Hna. María Agustina Rivas es beatificada en La Florida, Perú

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La Florida/Perú

Por. Centro de Comunicación

Con una hermosa ceremonia y con la presencia de hermanas del Buen Pastor de todo el mundo, sacerdotes de la Iglesia Peruana y cientos de devotos/as, se desarrolló la eucaristía de beatificación de María Agustina Rivas López, conocida como Aguchita, quien fue asesinada por grupo Sendero Luminoso en 1990.

El acto se efectuó 7 de mayo por la mañana en el centro poblado La Florida, ubicado en el distrito de Perené, provincia de Chanchamayo, en la selva de la región Junín aproximadamente a 400 kilómetros de Lima.

El papa Francisco, el pasado 22 de abril aprobó el decreto donde reconoce el martirio de Aguchita nacida en Cora Cora (Ayacucho) el 13 de junio de 1920 y asesinada en La Florida por Sendero Luminoso el 27 de setiembre de 1990, siendo la primera religiosa peruana en caer víctima del terrorismo.

En la ceremonia se recordó la labor que efectuó al llegar a La Florida en 1988, un poblado afectado por la violencia que azotaba el país y donde la selva central era uno de los focos más peligrosos y violentos. La eucaristía fue presidida por el cardenal venezolano Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas quien es enviado del papa Francisco.

Desde la Congregación, destacamos la participación de muchas hermanas y laicos/as, partners en la Misión; el equipo de liderazgo congregacional entrante y saliente, miembros de la Fundación Internacional del Buen Pastor, las hermanas Animadoras Provinciales de la REAL y cientos/as de devotas de Aguchita.

La Provincia Bolivia/Chile estuvo representada por las hermanas Lucía Araneda, Rosa Abello, Carmen Martínez, Sandra Mejía, Myriam Vallejos y Sandra Suárez.

Entre otras personalidades está la asistencia del cardenal Pedro Barreto Jimeno, arzobispo metropolitano de Huancayo, el cardenal venezolano Baltazar Porras, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo metropolitano de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y monseñor Gerardo Zerdín, Vicario Apostólico de San Ramón, donde trabajó la beata María Agustina Rivas.

Hna. Rosa Abello, cuenta que fue un momento muy emocionante y hermoso donde se sintió la presencia de Aguchita entre nosotras.

Hna. Carmen Martínez nos relata que ella vivió esta instancia como “un retiro espiritual. Es una gran riqueza para la Congregación de una hermana tan sencilla y humilde que hizo cosas tan grandes. Lo que más me gustó es lo que vi en la catedral de San Ramón, un afiche que decía Aguchita vive en su pueblo. Es decir, no ha muerto ya que la gente la siente vive, eso me encantó”, narra emocionada.

Desde Bolivia, hna. Sandra Mejía comparte su testimonio:

“El gran día de la Beatificación de nuestra querida hermana, partimos emocionadas y a medida que avanzábamos rumbo a la Florida, íbamos contemplando la naturaleza, los lugares por donde Aguchita caminó dejando huellas de amor y entrega generosa a sus hermanos y hermanas más vulnerables, el testimonio de la justicia y la verdad desde su sencillez y humildad.

Fue un encuentro gratificante descubrir el rostro de Dios en este lugar lejano. Lo más emocionante fue el momento en que el Cardenal da lectura a la carta del Papa Francisco y el anuncio de Aguchita como Beata de la Iglesia y declarando la Florida como Santuario para su veneración.

Nos llenamos de mucha alegría, gratitud y esperanza. Agradecida con Dios por permitirme se testigo de este gran acontecimiento eclesial y Congregacional. He vivido días muy emotivos, una experiencia única e inolvidable junto a nuestras hermanas de las diferentes Provincias y los Partners en la Misión”

Te pedimos, Aguchita, que nos sigas conduciendo por los caminos del amor, la sencillez y la misericordia en nuestra vida y acciones en la Misión.