El día 15 de Abril de este año, la Fundación Madre Josefa, FMJ, inició una alianza con UNICEF Chile, para trabajar con niños, niñas y adolescentes (NNA), en el cruce fronterizo de Colchane, en la región de Iquique.
La duración del acuerdo en primera instancia es por cuatro meses, habiendo iniciado el 1 de abril y concluyendo el 30 de agosto de 2024.
El objetivo de este proyecto, es atender a NNA que han cruzado la frontera de manera irregular con sus familias, brindándoles ayuda humanitaria y contención emocional, debido a que el proceso de migración que enfrentan los hace víctima de diversas vulneraciones a sus derechos. Por lo que cuando llegan a ser atendidos por los equipos de la FMJ, presentan estrés postraumático, llegan sin zapatos y ropa adecuada al clima, muestran rasgos de daño físico por la alta exposición la frío y una incertidumbre frente a lo que va a ser su vida a largo plazo.
El equipo de la FMJ entrega asistencia humanitaria que consiste en Kit de higiene diferenciado para mujeres, niños, niñas y adolescentes. También se les proporciona alimentación, mientras permanecen en el espacio protegido que se les ofrece.
Junto con lo anterior, las madres y/o adultos responsables, reciben información en cuanto a mecanismos para regularizar a los niños y niñas, se les entrega información sobre el país y su sistema de protección social. En tanto, a los NNA se les acoge y mediante el juego, resignificando su experiencia traumática.
El martes 14 de mayo, la Directora Ejecutiva de la Fundación, Verónica Yuretic, llegó hasta el paso fronterizo junto a la coordinadora de la Misión de Tarapacá, Karina Fauste, para supervisar el proceso de implementación del proyecto y reunirse con la representante de UNICEF en Chile, Paola Abello.
En esta instancia, ambas instituciones establecieron un diálogo con la Subsecretaría de Infancia en Chile, con la cual se reconoce que el país no tiene un mecanismo de seguimiento de los NNA que ingresan al país. Tal vez una alternativa sería el registro biométrico que se está aplicando para los adultos. El desafío está en definir, quien ejecuta este registro, de tal forma que no vulnere la convención de los NNA. Lo cierto es que es urgente establecer mecanismos de protección que permitan identificar la movilidad de los NNA a nivel de continente inclusive.
Por otra parte, la Verónica Yuretic, conversó con algunos niños y niñas que estaban siendo atendidos/as al momento de la visita y pudo recoger de ellos/as los duros relatos de las travesías que han vivido.
Para acoger a familias como estas es que existe la Fundación, sin embargo, el desafío es poder sostener los financiamientos. Situación que cada vez se vuelve más difícil, producto de la resistencia a los procesos migratorios de la sociedad en general. Por tal motivo, se está trabajando para conseguir fondos que permitan prolongar el trabajo iniciado, al menos, hasta diciembre de este año.