Al fundar el estilo de vida contemplativa, Santa María Eufrasia deseaba que él fuera el corazón orante de su Congragación.
Así, les da a las hermanas Contemplativas un modo de vida inspirado en la Regla del Carmelo, pero fuertemente impregnada de la visión Eudista sobre la misericordia y la compasión. Desde 1825, fecha de su fundación, las hermanas contemplativas no han cesado de evolucionar en la comprensión que tienen de si mismas- como todo organismo viviente.
Para ellas, mantener una vida contemplativa dentro de una Congregación Apostólica tiene como implicación incitarlas a la libertad interior y a nuevas formas de ser y amar.
La práctica del silencio, de la soledad, de la Lectio Divina, de la ascesis, y de la clausura refuerzan y nutren fuertemente la oración. Todos estos elementos están presentes en los conventos y allí donde viven las Hermanas. ¿Por qué? ¿Cuál es el significado de estas prácticas tradicionales? Nosotras oramos por los apostolados...nuestra oración es una forma de presencia en las actividades de nuestras Hermanas Apostólicas. Así llega al corazón de un mundo que conoce la angustia y el sufrimiento, la esperanza y los sueños irrealizables... y se convierte en la Palabra de Dios, de la misericordia y del perdón, de la reconciliación y de la paz.
Vida de Oración
La liturgia de las horas, a través de la cual santificamos el día, determina el ritmo de nuestra vida diaria. Unidas con Jesús en oración al Padre, representamos de manera especial a la Iglesia orante. Oramos por la Iglesia y por el mundo. De manera especial apoyamos los esfuerzos de nuestras Hermanas del Buen Pastor que están comprometidas activamente en el apostolado de reconciliación.
Por esto nos comprometemos a vivir y rezar por la salvación de las personas, especialmente de aquellas a quienes sirve la Congregación.
La eucaristía debe estar en el corazón de nuestra vida comunitaria como sacramento de amor. Hacemos un cuarto voto llamado voto de celo, que está en el corazón de nuestra vocación.
Vida de Trabajo
El Evangelio nos pide ser pobres de hecho así como de espíritu. Nos mantenemos con nuestro propio trabajo, mediante el cual nos unimos a todos nuestros hermanos que luchan por ganar su subsistencia.
Vida de Comunidad
Es la expresión del mutuo amor que nos une como Hermanas del Buen Pastor Contemplativas. Reunidas en el nombre de Cristo, somos una comunidad fundada en la fe, vivimos en la esperanza y tendemos a la realización de la caridad.
¿Dónde estamos?
Nos encontramos en la ciudad de Santiago, Comunidad Santa María Eufrasia en Puente Alto y en Coquimbo en la Comunidad Reina de la Paz.
