En esta época de grandes desafíos y nuevos paradigmas; la vida religiosa, está llamada a vivir con alegría la consagración, a través de los consejos evangélicos, fascinadas desde el Evangelio que nace del encuentro profundo con Jesús.
Esto nos impulsa a abrir nuestra tienda como lo hizo Él, en las periferias existenciales de su pueblo. Por ello sentimos la invitación a un éxodo de nosotras mismas para centrar nuestra existencia en Cristo y en la Voluntad de su Padre, despojándonos de todo para vivir con un corazón que arde de celo experimentando junto con los hombres y mujeres de nuestro tiempo la misericordia, la alegría verdadera y la ternura de Dios.