La Congregación está considerando la canonización hoy
La Beata María era una joven misionera. Tenía 30 años cuando llegó a Portugal. Falleció a los 36 años y había elegido ser enterrada en Portugal, como señal de su compromiso con la misión, en lugar de regresar a Alemania, su tierra natal.
Hoy la petición de canonización de María responde a las necesidades de las personas deseosas de conocer el amor compasivo de Jesús, Buen Pastor. Nuestra comprensión de la devoción al Sagrado Corazón ha ido evolucionando desde el siglo 19 y abarca el amor de Dios por toda la creación. Es importante que nosotras, como hijas de San Juan Eudes y Santa María Eufrasia, sigamos promoviendo este mensaje de una manera que sea comprensible en el siglo 21.
"Señor, lo he dejado todo, absolutamente todo, para amarte hasta el último momento de mi vida y para difundir, tanto como yo pueda, la veneración de tu sacrosantísimo Corazón." Esta cita de nuestra Hermana María del Divino Corazón, nacida como la Condesa Droste zu Vischering, puede ser la clave para reconocer y comprender una vida que fue vivida en anonadamiento radical, que sólo buscó la glorificación del Señor, que consistió, en gran parte, en trabajo concreto, amor y sufrimiento.
Una gran obra de una vida de muy corta duración pero llevada a cabo con una gran energía vital y con mucha abnegación. Fue beatificada el 11 de noviembre de 1975 por el Papa Paulo VI.
María nació el 8 de septiembre de 1863 en Münster. Sus padres fueron el Conde de Erbdrosten Clemens Droste zu Vischering y Helene, nacida Condesa de Galen (Sobrina del Obispo Wilhelm Emanuel de Ketteler).
El 21 de noviembre de 1888 ingresó María Droste zu Vischering en el convento del Buen Pastor en Münster. El apostolado de las Hermanas del Buen Pastor, la salvación de la juventud femenina en peligro y abandonada, la apasionó. En esta Congregación encuentra la herencia de San Juan Eudes, guardada con cariño: la veneración de los sagrados Corazones de Jesús y María. El 29 de enero de 1891 hizo sus votos perpetuos. Su conocimiento del ser humano, su entereza unida a su bondad, su polifacética formación, su actitud espontánea, su nunca desmentida alegría, la hacen parecer realmente predestinada para el trabajo con las jóvenes a quienes es enviada en 1891.
El 8 de junio de 1899, María Droste zu Vischering falleció en Oporto, Portugal.
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