La oración eufrasiana

Concepción/Chile

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Este último tiempo nos ha tocado como sociedad vivir de una manera muy intrincada. Nuestra Institució también se ha visto afectada por situaciones que nos ha llevado a reflexionar respecto a qué está pasando en nuestro alrededor y nos hemos preguntado: Si Dios nos ama, nos acompaña, nos bendice… ¿Qué pasa hoy, será que nos hemos olvidado ese mandamiento que el Señor nos propuso practicar?, ¿será que nos hemos vuelto indiferentes a las cosas de nuestro Creador?, ¿será que nos hemos olvidado de orar por nuestros hermanos?...

Así surge el esbozo de lo que hasta hoy se ha estado realizando en conjunto con toda la comunidad “La oración eufrasiana”. Esta nace a partir de la necesidad de encontrar respuesta a nuestras dificultades, penas, dolores y a un cúmulo de situaciones tormentosas acaecidas. Reconociéndonos hijos de un Dios de amor, hemos vuelto a buscar su regazo, a través de la comunión de hermanos en la oración.

El equipo de Pastoral de nuestra institución educativa ha guiado a los departamentos que se han encargado para realizar la oración mensual. En primer lugar, le correspondió al equipo directivo en el mes de junio, seguido por el departamento de convivencia escolar y orientación, luego psicosocial, posteriormente a asistentes de la educación y PIE. Este mes le corresponde a los estudiantes, a continuación los padres y apoderados para finalizar con el cuerpo docente.

Han sido momentos de acercamiento. Hemos sentido la dirección de Dios y que estamos en sintonía con Él a través de la Oración. De no permanecer en ésta, nos será imposible saber qué es lo que Dios quiere que hagamos. Entendemos que se trata de hacer lo que Dios nos mandó, de buscar su propósito para nuestras vidas, de practicar el mandamiento nuevo “amamos cuando oramos por otros también”

Como equipo queremos impulsar a nuestra institución a permanecer en una vida de oración y a buscar continuamente su práctica como estilo de vida. Porque el Espíritu nos ha dotado de muchos dones que pertenecen a la naturaleza de Cristo y en la práctica de la esta incrementamos la gracia de exteriorizar este fruto en la convivencia diaria.

"El secreto de la oración es la oración que nace del alma, de lo secreto del corazón (Mt. 6,6), y si estás débil en esa área, estás débil en todas las demás".

 

Por. Marcela Baeza Paredes