San Felipe/Chile
Foto: todopirque.cl
El 16 de julio, es en Chile, el día de la Virgen del Carmen, la principal celebración dedicada a María, la Madre del Señor. En efecto, desde antes de la independencia ha existido una gran devoción del pueblo hacia la Virgen del Carmen, acentuada con el voto de Bernardo O’higgins de construir en Maipú un santuario en su honor. A lo largo de nuestra Patria, de muchas maneras y en muchos lugares, se sigue expresando el cariño de los fieles hacia la “Carmelita”, destacándose especialmente La Tirana y el Templo Votivo de Maipú.
Nuestra devoción a María se fundamenta en la Biblia. Ella es la “bendita entre todas las mujeres”. Es la Madre del Señor, fruto bendito de su seno por obra y gracia del Espíritu Santo. Por eso todas las generaciones la llamarán bienaventurada (ver Lc. 1,42.43.48). “El nombre de la Virgen era María” (Lc. 1,27), la Elegida y llena del Santo y Misericordioso.
Para indicar cuán presente está Ella en la vida y el corazón de los chilenos, de la Iglesia y de cada uno de nosotros se la llama afectuosamente,”La Carmelita”. Su presencia puede ser contemplada a través de sus misterios, su condición de ser Madre de Dios, discípula de su hijo Jesús, compañera itinerante con otras mujeres, de su Hijo y fiel oyente de su Palabra. Ella estuvo acompañando a los discípulos y apóstoles durante su vida terrena, creciendo en humanidad a la medida femenina de la estatura de Jesucristo.
San Juan Eudes nos dice que María era “un Evangelio viviente, ya que ella guardaba sus palabras en su corazón”.
¡Vamos al Corazón de La Virgen del Carmen, donde encontraremos el Camino y la puerta del amor para entrar en Jesús!
1 En el Puerto de Israel, Haifa, se encuentra el Monte Carmelo. Allí en la cima, permanece la imagen de la Virgen del Carmen donada por Chile
Por. Hna. María Angélica Guzmán