Su legado espiritual
El itinerario de fe de santa María Eufrasia: Un camino marcado por la confianza y esperanza
El Papa emérito Benedicto XVI, en su carta apostólica, "Portas Fidei" expresa el deseo que el Año de la Fe " 1... suscite en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y renovada convicción, con confianza y esperanza" (N°9)
Al respecto santa María Eufrasia cuya fiesta celebramos en este mes, es una testigo cercana y muy querida, que nos puede ayudar a vivir en fidelidad este llamado, este tiempo de gracia.
Lo primero que podemos destacar en ella con respecto a la vivencia de su profunda fe es su convencimiento que el primer acto con que se llega a la fe es un don de Dios y acción de la gracia que actúa y transforma a la persona hasta lo más íntimo: "La fe raíz y fundamento de las más grandes virtudes es un don de Dios. Si nos anima una fe viva, veremos a Dios en todo y nos entregaremos totalmente a El con plena libertad"2
Estas palabras están confirmadas con su misma vida. El germen precioso de la fe recibido en su bautismo fue cultivado en su vida familiar y consagrada, produciendo maravillosos y heroicos frutos. Tomada de la mano de Dios descubre los caminos para fortalecer su fe, asumir las dificultades, luchar y fiarse de su Señor. Es esta profunda experiencia de encuentro con su Dios y de su amor gratuito la que hace de ella una mujer de confianza inquebrantable, creciente, activa, contagiosa. Podríamos decir que fue el principio pedagógico de su relación liberadora con las niñas, las hermanas y personas con quienes se relaciona.
Anclada en esta confianza, deja que Dios irrumpa en su vida y la conduzca por caminos insospechados e inéditos (cf. Is. 55, 8 y 9). Como Abraham se pone en camino desarraigándose de todas "sus seguridades" y va a fundar en Angers, a pesar de las aprehensiones de sus hermanas.
Las contradicciones, persecuciones, que sufrió como consecuencia de este salto en la fe que significó la fundación de una nueva congregación, nada debilitó esta confianza en la bondad, cercanía de Dios. "Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (cf. Rom. 8,31) era la profunda convicción que animaba la vida y acción de esta mujer de fe inquebrantable.
Esta misma confianza en que su Pastor no le faltará, la define como una mujer de paz que ni siquiera fue alterada por las graves situaciones que conllevó la fundación: "Hija mía, puedo decirle que sé todos los informes que han dirigido en mi contra; estoy en paz, Prefiero mil veces ser acusada que acusadora"3
Las circunstancias, las dificultades no la desanimaban. En ella anidaba la certeza que su Pastor se preocupaba por ella. El la guiaba por senderos de justicia. Su confianza la llevó a ser mujer de esperanza, optimista. En sus cartas leemos a menudo: "en el seno de las cruces, hay siempre grandes gracias".
Abierta a la vida, disponible porque "el Señor es su pastor y la conduce a fuentes tranquilas, recrea sus fuerzas; la guía por senderos de justicia en gracia de su nombre (cf. Sal. 23, 1-3)
Esta disponibilidad de nuestra fundadora fundada en su confianza en Dios, no fue una actitud pasiva, en espera de cualquier sugerencia o mandato exterior. Lejos de eso, la vemos siempre sin vacilación y con alegría pronunciando el "heme aquí para hacer tu voluntad", animada por el positivo interés de asumir y vivir en plenitud el "hoy de Dios".
Una buena nueva, la que nos toca en lo más íntimo de nuestro anhelo vital, es capaz de suscitar adhesión, entrega, respuesta, confianza, amor. Es capaz de ponernos en camino, de llenarnos de energía y entusiasmo y también de fortaleza ante las adversidades del camino.
Para la santa madre la fe fue su compañera de vida, que le permitió distinguir con ojos siempre nuevos las maravillas que Dios hace por nosotros/as y a través de nosotros/as. Su ejemplo de mujer creyente nos invita a tomar conciencia que "lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los y las que, iluminados/as en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios" (cf. Portas Fidei N°15) y la instauración de su Reinado.
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1 Año de la fe 2012
2 Santa Ma. Eufrasia Pelletier, Conf. 5
3 Carta 8 de junio de 1834
Centro de Espiritualidad del Buen Pastor
