San Felipe/Chile.
Con gran asistencia se inauguró la restauración del Templo Buen Pastor en la Ciudad de San Felipe, que sufrió graves daños por el terremoto que azotó la zona central el año 2010. Junto con esta alegría de tenerlo disponible para la comunidad local, se celebraron los 160 años de presencia en esta ciudad, siendo la primera casa de Chile y Latinoamérica.
El sábado 28 de mayo de 2016, la Congregación del Buen Pastor cumplió 160 en San Felipe, Chile. Por este motivo y para abrir las puertas del antiguo convento e Iglesia – conjunto patrimonial e histórico recién restaurado -, hubo una gran celebración Eucarística presidida por el obispo de San Felipe Cristián Contreras O.de.M., concelebrada por sacerdotes de San Felipe, en la cual participaron unas doscientos cincuenta personas.
Como signo de nuestra historia, la procesión de entrada fue presidida por el cirio pascual del cual pendían siete cintas de colores. Una hermana mayor llevó la luz que se extiende e ilumina a distintas generaciones de hermanas que han consagrado su vida en la misión. Ellas sostenían las cintas y junto a ellas iban laicos que con su amistad, apoyo, solicitud y trabajo han sido parte de esta historia misionera inspirada y animada por la figura de Jesucristo Buen Pastor.
Una vez iniciada la Eucaristía, la Palabra de Dios llevada en alto por hermana Adela Reyes, animadora provincial, fue introducida en la Iglesia solemnemente por un trompetista que con sonidos vibrantes de su instrumento hizo estremecerse a los presentes: este anuncio sonoro ¿no nos decía acaso que la Palabra nos interpela y cuestiona y puede hacer caer nuestros muros?
Monseñor Contreras, relata en su homilía en relación a la existencia del Buen Pastor en la ciudad ”Pero este templo no existiría sin la presencia de las religiosas del Buen Pastor. Fundadas en Francia en el año 1835 llegan a San Felipe en 1855. San María Eufrasia Pelletier fundó esta comunidad religiosa inspirada en la persona de Jesús el Buen Pastor quien revela el amor misericordioso del Padre encarnándose en lo cotidiano de la vida”.
“Cómo no agradecer la presencia de las Hermanas de Buen Pastor acompañando a tantas mujeres privadas de libertad y a sus hijos que sufren a causa del abandono y la soledad. Se trata de una misión encarnada en el sufrimiento y en la indigencia con un fuerte compromiso por la justicia social, y la defensa de la vida”, finalizó.
Al Ofertorio las hermanas del Buen Pastor renovaron sus Votos de Pobreza, Castidad, Obediencia y Celo apostólico ofrendando nuevamente su vida a Dios Misericordioso.
También la trompeta proclamó la presencia Real de Jesucristo en la Hostia y el Cáliz con el vino consagrados.
Antes de finalizar la Eucaristía, se entregó a los fieles un símbolo que les recuerde que en este Convento bullía la vida. Hermanas, niñas, jóvenes, y adultas, formaban un enjambre de 300 personas que como abejas laboriosas y estudiosas experimentaban su propia maduración y sanación. Manojos de llaves fueron necesarios para abrir puertas de corazones heridos. Se recogieron llaves de distintos espacios donde niñas, jóvenes y adultas vivieron.
Llaves que nos hacen imaginar movimientos de personas, caminando, jugando, corriendo, y espacios de reflexión, labores y estudio.
Cada persona recibió una llave recordatoria con la frase “Abramos las puertas a la Misericordia”, como invitación a abrir el corazón a la misericordia de Dios y a la vez ser una llave que acompañe, libere y sane a quienes claman por misericordia que sólo Dios puede dar.
Después de la Misa, hermana Adela Reyes, Animadora Provincial, agradeció a todos los presentes el haberse unido a nuestra celebración: obispo, concelebrantes, el Coro durante la Misa, hermanas, amigos, fieles... Expresó su reconocimiento al equipo de restauradores de piezas de museo, y a los encargados de la restauración del Monumento histórico.
Al final, y siempre con el sello del ágape gozoso, un cóctel nos unió más aún en el compartir.
Bailes religiosos en la Gruta de Lourdes estuvieron presentes al inicio y al final de la Misa, también Bailes folclóricos del Conjunto de la Municipalidad de San Felipe, que amenizaron la celebración.
Exposiciones
Los presentes pudieron visitar: una sala de exposición con panales alusivos a la obra del Buen Pastor en San Felipe con fotografías y textos explicativos, y el patio de los naranjos. Un ala de la Iglesia, adaptada como sala de museo, mostró piezas religiosas del Buen Pastor, como una importante Virgen de la Asunción en madera policromada, rodeada de dos estandartes, fanales, casullas, crucifijos, y una escena de la época con un sacerdote y acólito arrodillados, en adoración al Santísimo.
Interesante resultó visitar el Taller de restauración de piezas antiguas, en que se pudieron apreciar los distintos instrumentos y métodos que se usan para restaurar según sean las piezas, de papel, género, madera, metal, yeso... Pudimos entender la importancia de microscopios y lupas para ampliar y visualizar mejor suciedades, roturas...de las obras. Las secuencias fotográficas dan cuenta del proceso de cada restauración y permite comparar la pieza dañada, con el resultado restaurado.
Hna. María Angélica Guzmán Vicuña
Congregación del Buen Pastor
Provincia Bolivia/Chile