Talca/Chile.
Sarodj es una mujer haitiana de 33 años, llegó a Chile hace unas semanas y se encuentra en un hospital junto a su esposo. Observa al médico en silencio, no sabe cómo explicar lo que le aqueja. Najac tiene 31 años y trabaja en la construcción. Cuando el personal de salud le pregunta sobre sus condiciones laborales, guarda silencio porque no comprende. Ambos son casos reales en la región del Maule, donde a la fecha más de un centenar de haitianos se encuentran en situación regular, aunque el número aumenta significativamente con aquellos que aún no han regularizado su situación.
En su búsqueda por espacios de acogida llegaron a la comunidad del Buen Pastor junto a la religiosa Sonia Salas, quien a diario se entera del sentir de los migrantes y su necesidad por comunicarse, quieren aprender a hablar español. No buscan beneficencia, sino herramientas para integrarse socialmente.
Este fue el punto de partida para el trabajo colaborativo entre el Proyecto "Anillos Migrantes en el Sistema Educacional Chileno" de la Universidad Católica del Maule (UCM), el Plan de Mejoramiento Institucional en Formación Inicial de Profesores (PMI) y la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación del plantel, quienes han diseñado una propuesta formativa para la enseñanza del español como segunda lengua.
Abrir espacios
Para la Dra. Susan Sanhueza, directora del Proyecto Anillo Migrantes de la UCM, el trabajo es un desafío y una oportunidad para aprender. "Una experiencia como esta implica tomar acuerdos, abrir espacios de educación no convencionales en la formación de profesores como es la educación de adultos, legitimar la diversidad de culturas presentes en la sociedad", señaló la investigadora, quien agregó que "esperamos cumplir con las expectativas que la comunidad ha puesto en nuestra institución y que además es parte de nuestra misión".
Las clases se hacen en grupos interactivos con colaboradores de aprendizaje, trabajo de pares y clases expositivas, con la participación de estudiantes de la Escuela de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación, haciendo uso de todo elemento y recurso que permita la obtención de la competencia comunicativa.
Además, las experiencias de aprendizaje serán en español apoyados por un conjunto de materiales debidamente contextualizados a las necesidades de los estudiantes, señaló Giselle Bahamondes, directora de la carrera.
Sonia Salas, religiosa y animadora de la comunidad del Buen Pastor, quien está a cargo del programa de acogida de migrantes, destacó que "siento que la Universidad Católica del Maule es la única institución que ha escuchado las necesidades reales que tenemos. O sea, sé que para trabajar las situaciones de procesos migratorios y de combate frente al fenómeno de la trata es imprescindible tener el apoyo del Estado, lo hemos tenido, hemos sido escuchados y nos han dado respuestas, pero de las necesidades que son básicas para la gente, como la oportunidad de aprender a hablar español para no sentirse vulnerable frente a la realidad, nos la ha dado la UCM".
Formación de profesores
Para Carol Schilling, coordinadora del PMI la iniciativa se articula con las acciones promueven desde su equipo, en el marco del fortalecimiento a la formación de profesores. Se considera que la colaboración entre universidad y comunidades que requieren apoyo educativo para alcanzar una mayor integración social, constituye un espacio de aprendizajes social y cultural que enriquecen la vocación de servicio y formación pedagógica de los futuros profesores de la UCM.
Fuente: Universidad Católica del Maule
