San Felipe/Chile.
“Esta ha sido una gran experiencia y aprendizaje para descubrir el profundo significado del perdón y el amor gratuito que el Padre nos regala día a día”, fue uno de los testimonios entregados por los asistentes.
El sábado 03 de diciembre se celebró una eucaristía de finalización del Curso de Espiritualidad, a cargo de la Hermana María Leticia Cortés de la Congregación del Buen Pastor. Celebrada por el Rev. P. Roberto Gilbo, csc, acompañado del P. Vicente Montenegro, párroco de Santa Rosa; P. Gerardo Herrera, de Asunción de Los Andes.
Una veintena de agentes de pastoral de diferentes parroquias de la Diócesis de San Felipe, celebraron la finalización del curso de espiritualidad que durante dos años realizó la Congregación del Buen Pastor, al ser consultada la hermana María Leticia sobre este servicio a la Iglesia diocesana expresó: “esto ha significado reunirnos y fuimos desarrollando un itinerario que tiene dos parte una parte discipulado y la misionera, este método busca profundizar algunas actitudes, la acogida, la apertura, contemplación, de acción de gracia, de vivir la misericordia y una nueva entrega a Dios, con un espíritu misionero”.
Por su parte Oscar Meneses de la Parroquia San Ignacio de Loyola Llay LLay, nos entregó su testimonio manifestado: “ha sido una gran experiencia, porque me ha servido para alimentar mi fe. También me ha ayudado para adquirir nuevos conocimientos y así poder ponerlos al servicio de nuestros hermanos”.
María Cecilia, de la Parroquia de Calle Larga, nos entregó unas emotivas palabras expresando: “ha sido un crecimiento espiritual donde he aprendido a conocer a Dios más íntimamente y poder reconocerlo por medio de la oración diaria y principalmente en este curso he aprendido a perdonarme. Me ha ayudado a mirar con buenos ojos a mi prójimo, a mi hermano que sufre, a la persona que necesita una palabra de aliento y esperanza”.
Al finalizar se realizó un compartir fraterno entre los asistentes quienes agradecieron a la Hermana María Leticia, por su acogida y generosidad, pero especialmente por ser partícipe de este camino que han recorrido por estos dos años.
Comunicaciones Obispado San Felipe.
