Santiago, 20 de diciembre de 2016
“Pastores marginales, cantan la Buena Nueva,
con flautas y silencios...
Nos ha nacido un Niño, un Dios se nos ha dado.
Hay que nacer de nuevo, desnudos como el Niño,
descalzos de codicia, de miedo y de poder,
Hay que nacer de nuevo, abiertos al Misterio,
ungidos de Esperanza”.
Pedro Casaldáliga
Queridas Hermanas y Partners:
Quizás no nos dimos cuenta como pasó este año 2016 y estamos celebrando una vez más el nacimiento del Dios con nosotros.
Año lleno de acontecimientos, a nivel social, eclesial y congregacional, tiempo de luces y esperanzas, pero no exento de dolores, enfermedades y partidas de hermanas y de familias de hermanas.
El año de la misericordia fue un hermoso tiempo que nos regaló la Iglesia para ponernos de cara frente a nuestra fragilidad y reconocer el inmenso amor que Dios nos manifiesta a través de las hermanas y personas de la misión.
El mensaje de Don Pedro Casaldáliga, nos invita a nacer de nuevo, desnudas de todo aquello que nos separa de su amor y abrirnos al Misterio del Dios con nosotros. En la encarnación, Jesús se abaja y nace en un pesebre, haciéndose pobre con los pobres, se acerca con ternura a los excluidos y excluidas, se anuncia a los pastores de hoy que son los inmigrantes, las mujeres, niños y niñas victimas de trata y tráfico, mujeres de cárcel y violentadas, etc. Para ellas y ellos es buena noticia.
Queridas hermanas les invitamos a preguntarse a nivel personal y en comunidad:
¿Este grito de los pobres sacude mi vida o nuestras vidas?
¿Estoy o estamos dispuestas a acoger el desafío de ser buena noticia en la misión?
En el corazón del Dios con nosotros, les abrazan.
Equipo de Liderazgo Provincial