Por María Paz Jarabrán / Residencia Buen Pastor
Con entusiasmo y esperanza, las niñas del Hogar Buen Pastor comenzaron un nuevo año escolar. Desde finales del año pasado, el equipo profesional del hogar trabajó en su preparación, gestionando matrículas, uniformes y útiles escolares.
Gracias al generoso respaldo de una red de bienhechores, quienes durante el verano ofrecieron actividades recreativas y donaciones, las niñas recibieron mochilas nuevas y coloridas, cuidadosamente elegidas para cada una.
El primer día de clases fue un momento lleno de emoción: con sus uniformes impecables, peinados prolijos y mochilas al hombro, partieron a sus colegios con alegría. El equipo las acompañó con gratitud y fe, encomendando su año escolar a Dios y pidiendo oración por cada una de ellas.