La situación de los niños y niñas en Chile está marcada por un proceso de transición de la población caracterizado por el aumento de la esperanza de vida y la disminución de las tasas de natalidad, así como por los procesos de "urbanización" y la consiguiente disminución de la población rural.
La Congregación cuenta con hogares a lo largo de todo el territorio chileno, además de trabajar y preocuparnos por la mujer, los niños y niñas, la familia en general, desempeñamos algunas obras en salud y trabajamos con mujeres que se encuentran privadas de su libertad.
En el ámbito de los Hogares, la Congregación tiene 10 centros entre Ovalle y Temuco, con un número de 720 destinatarias directas. Estos acogen a niñas y jóvenes gravemente vulneradas en sus derechos, principalmente víctimas de maltrato en todas sus formas. El rango etáreo de nuestras destinatarias fluctúa entre los 4 años y los 18 años.
Las principales redes de derivación de nuestras destinatarias son: el Tribunal de menores, Oficina de Protección de Derechos y Fiscalía. El tiempo de permanencia depende de la vulneración de los derechos que cada joven presenta y del trabajo de intervención con la niña y su familia.
La metodología de trabajo con nuestras destinatarias propende a contribuir a un proceso reparatorio donde la niña y su familia asumen una actitud resiliente ante las situaciones experimentadas y se empoderen para enfrentar nuevas situaciones de riesgos.
Vivimos una "emergencia silenciosa" que nos desafía desde el punto de vista humano y cristiano. Son niñas carentes de afecto y promoción socio-cultural, victimas de miseria física y moral, muchas veces consecuencia de la desintegración familiar. En lo relacionado a la educación valórica, se percibe un marcado descuido puesto que generalmente carecen de una imagen materna o paterna que les contribuya a tener un referente "que no falle", dada las, muchas veces, traumáticas experiencias en sus familias de origen.
Nuestros centros dependen financieramente del subsidio del Estado a través de Servicio Nacional de Menores (SENAME), que nos destina fondos para el desarrollo valórico y humano de las niñas y jóvenes. (más información en www.sename.cl).
Residencias en estas localidades:
* Residencia Buen Pastor, Ovalle.
* Residencia Aldea María Reina Santiago.
* Residencia Buen Pastor, San Felipe.
* Residencia Buen Pastor, Rancagua.
* Residencia Buen Pastor, Talca.
* Residencia Buen Pastor, Chillán.
* Residencia Aldea María Loreto, Concepción.
* Residencia Buen Pastor, Concepción.
* Residencia Buen Pastor, Los Ángeles.
* Residencia Buen Pastor, Temuco.