"La comunicaci\u00f3n al servicio de una aut\u00e9ntica cultura del encuentro"

Este es el tema del mensaje del Papa Francisco para la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2014 que se celebrará este año el 1 de junio, en la solemnidad de la Ascensión del Señor.

En su mensaje, el Papa Francisco expresa que gracias al desarrollo de las tecnologías de la comunicación, nos acercan y nos conectan mejor: "En este mundo, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos", dice el Papa.

 

Seis puntos centrales de este mensaje

 

1. Internet expresa la «profecía» de un mundo nuevo
El mundo se está volviendo cada vez más pequeño, y estamos cada vez más cercanos los unos de los otros. Todos estamos más conectados e interdependientes. Aún así, esta comunicación global no es suficiente para superar las divisiones. Incluso: el mundo, hoy unido por las redes, vive la paradoja de estar dividido. Para el Papa, la cultura de la comunicación no puede convivir con la del descarte; estas dos culturas se vuelven antitéticas. Las redes, que unen y conectan, deben llevarnos a la visión de un mundo diferente al de las divisiones, que tenemos ante nuestros ojos. Se trata de una suerte de llamado a que la gift culture, la cultura del don sea el centro a través del cual los intercambios convergen, en una red en la que el compartir recursos resulta siempre más fácil y espontáneo.

2. Internet: una red de personas, no de cables
« La red digital puede ser un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas», escribe el Papa. La red internet, por lo tanto, no es como la red hídrica o la del gas. Es, en cambio, verdad que nuestra vida es ya una red, aún sin las computadores, las tablets y los smartphones. Aún así, estas tecnologías de la comunicación pueden potenciar y ayudar a vivir nuestra experiencia de vida como red; si no fueran capaces de llevarnos a una mayor acogida recíproca, o a hacer madurar nuestra personal humanidad y nuestra recíproca comprensión, no responderían a su vocación. Porque, si la comunicación no nos hace más «prójimos» los unos de los otros, si no nos hace vivir la cercanía, entonces no responde a su vocación humana y cristiana.

3. ¿Quién es mi «prójimo» en el ambiente digital? Las «redes de proximidad»
Dado que la red es una red de personas, todas las preguntas sobre internet y, en general, sobre la comunicación son reducibles a una única pregunta evangélica: «¿Quién es mi prójimo?» (Lc 10,29). Es necesario comprender bien cómo el significado mismo de «prójimo» evoluciona a causa de la red que rompe las barreras del espacio y del tiempo ¿Cómo se manifiesta el ser prójimo en el nuevo ambiente creado por las tecnologías digitales? Comunicar, por lo tanto, significa compartir un mensaje al interior de redes de proximidad; significa involucrarse, testimoniar aquello que se comunica, haciéndose cargo de quien está cerca. Significa tocar a la otra persona, siendo consciente del contacto. Significa, en definitiva, tomar consciencia del sustancial significado de ser hombres e hijos de Dios.

4. Una Iglesia «accidentada», pero con las puertas abiertas también en la red
Si nos preguntamos por qué, en definitiva, la Iglesia y los cristianos deben estar presentes en el ambiente digital, la respuesta sería simple: porque la Iglesia está llamada a estar donde están los hombres. Y hoy los hombres viven también en el ambiente digital. La comunidad eclesial no puede escapar a esta nueva llamada, ya que su vocación misionera es fundamental. Si el Papa habla frecuentemente de una Iglesia con las puertas abiertas, en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, afirma claramente que abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas también en el ambiente digital.

5. Para una comunicación no «de masa» sino «popular»
El Papa, proponiendo la imagen del buen samaritano, presenta una imagen de la comunicación que corta la omnipresencia mediática del mercado. La comunicación no es marketing persuasivo, ni tampoco expresión del mercado, sino instancia fundamental del ser humano, que se reconoce a sí mismo en el momento en que se acerca a los otros. Uno de los objetivos de la comunicación mediática es contraria al de dar voz a quien no la tiene, de «hacer visibles rostros que son invisibles». De aquí surge una radical distinción entre la comunicación y la cultura de masas y la comunicación y la cultura popular.

6. Diálogo y relación entre Ecclesia y Agorà
El Papa concluye su mensaje con un llamado: estamos no delante de problemas de la información, sino ante un gran y apasionante desafío, que exige energías frescas y una imaginación nueva. « No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital», escribe Francisco. El término no es nuevo, pero sabemos bien que la palabra «ciudadano» tiene para él un significado relevante. Las nuevas tecnologías han dado origen a un nuevo espacio social, cuyos vínculos son capaces de influir en la sociedad y en la cultura. El Papa plantea el tema de la relación entre ecclesia y agorà, el cual es reformulado en varios niveles. El de la comunicación digital es un nivel muy sensible hoy en día. El objetivo es el bien común.
El Papa tiene muy presente el diálogo cotidiano con aquellos que están cercanos, el diálogo del compartir práctico. La actitud necesaria para este tipo de diálogo es para el Papa « estar convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, acoger su punto de vista, sus propuestas». Es necesario, por lo tanto, escribe Papa Francisco, « saber entrar en diálogo con los hombres y las mujeres de hoy para entender sus expectativas, sus dudas, sus esperanzas».


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