El 27 de junio celebraremos la fusión de la Congregación del Buen Pastor con la Congregación Nuestra Señora de la Caridad. Sin duda alguna este es un gran acontecimiento que por gracia de Dios estamos pronto a vivirlo y esto es, precisamente, lo que debemos de hacer: celebrar la alegría de estar juntas; honrar la misión y recoger la historia y, finalmente, agradecer el don de la unidad.
El Equipo de Liderazgo de nuestra Provincia nos anima, a hermanas contemplativas y apostólicas así como a los partners en la misión, a preparar lo que será la celebración de este gran acontecimiento. Asimismo, señalan que: “nos alegra fortalecer nuestra entrega con nuevos miembros y hacer realidad las palabras del Papa Francisco “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto preservación…” (EG 27). Que estas palabras del Papa hagan eco en el corazón de cada una de nosotras y nos preparemos para acoger esta fusión como don y gracia”.
Santa María Eufrasia señalaba que: “no hay separación cuando se está unida con lazos de caridad como los que nos unen a nosotras. ¿No es esto, acaso, lo que sucede entre nosotras, amadas hijas? ¿Sería posible que sus corazones pudieran un día desunirse? Jamás. Sería nuestra muerte y la de nuestro amado Instituto. Los lazos santos de la caridad nos unen unas a otras. La Casa Madre será nuestro punto de apoyo y el centro común de nuestros afectos. Es preciso que permanezcamos siempre unidas a ella. Pueden tener la completa seguridad de que, mientras exista unión íntima como la que hasta el presente reina en la Congregación, Dios no cesará de colmarla de beneficios y bendiciones porque está escrito: Dios concede a la unión sus bendiciones y la vida eterna”. (Sal 133; 1,3)