Ain Áar, Metn/Líbano
En esta imagen, del 2014, Hermana Marie-Claude Naddaf, en visita a Erbil, Iraq. (Foto: CNEWA)
Durante los tiempos de paz, como también en los de guerra, el abuso de esposas y niñas es permitido en muchas comunidades a lo largo del Medio Este. La hermana Marie-Claude Naddaf, Religiosa del Buen Pastor, sabe que no puede poner fin al abuso contra mujeres y niñas que está profundamente arraigado en las practicas sociales. Sin embargo, han creado el Hogar Provincial en el Líbano, el cual tiene un efecto positivo en las mujeres que viven estas situaciones.
Marie–Claude como hermana del Buen Pastor, consideró establecer el Hogar para aquellas mujeres y niñas que se encuentran en riesgo, y que sea esta como un oasis de compasión. Explica la hermana Marie-Claude: “Nuestra misión es apoyar a las mujeres y niñas que viven violencia en sus hogares”. “Nosotras recibimos mujeres que tienen problemas en sus matrimonios y algunas de ella están embarazadas. Les damos un refugio, casa y comida. También ayudamos a los niños, niñas entre los 2 a 7 años, y tenemos una casa para hospedar a niñas entre 4 y 18 años de edad.”
Muchas familias de refugiados ahora viven en el Líbano ellos también están recibiendo ayuda, ambos en el Hogar Provincial o en otros servicios que realizan la mayoría de las hermanas del Buen Pastor.
La hermana Marie- Claude nos señala: “nosotras ofrecemos refugio, rehabilitación, educación y capacitación profesional para las personas jóvenes, mujeres y refugiados. También tenemos asistencia alimentaria de emergencia y un programa de higiene, soporte legal para mujeres y soporte psicológico para niños que han sufrido el trauma de la guerra.”
Entre los niños que reciben asistencia se encuentra Hamide, una niña Siria. La hermana Marie-Claude explica: “ A los 12 años, Hamide fue tomada por un grupo de terroristas. Ella fue violada muchas veces. pero ella pudo escapar fue encontrada en un jardín público en la ciudad de Damasco.”
Una vez que ella fue llevada al Hogar, “Hamide comenzó a ser otra persona. Ella estudiaba duro y se encuentra ahora en un nivel complementario. Hamide es muy cariñosa y muy sensible, especialmente cuando las hermanas reciben a una nueva persona en nuestra casa.”
Si la hermana Marie-Claude tiene una frustración, es que el Hogar cuenta con poco personal, “nosotras no podemos ayudar a los refugiados enfermos. No tenemos suficiente tiempo para escuchar a tanta gente. Solo somos tres hermanas y hay tantos requerimientos de ayuda.”
No se ve ninguna solución, la hermana Marie–Claude admite que ella seguirá trabajando, tan duro como sea posible. Pero con tanta personas desesperadas por consolar, las hermanas necesitan ayuda para seguir mucho mas dedicas a su misión y continuar con el trabajo. Es por ello que necesitan tu ayuda.
Miles de hermanas. Millones de pequeños milagros.
Fuente: One to One. Blog of Catholic Near East Wealfare Association
Traducción: Hna. Carolina Madariaga M.