"Tras tus huellas Buen Pastor", 160 años en Chile y Latinoamérica.
Hace trece años que desarrollo mi misión apostólica entre las comunidades campesinas de Yumbel, donde cada año miles de peregrinos venidos preferencialmente del sur de Chile, celebran la fiesta de san Sebastián.
En estos trece años he servido en seis comunidades, específicamente compartiendo la Palabra de Dios, Lectio Divina. Los 1° y 3° fin de semana de cada mes, voy recorriendo cada comunidad campesina que para mí es un verdadero regalo, pues de las campesinas, campesinos que participan, he aprendido la fortaleza y mantener la esperanza frente a la adversidad. Puedo decir que con ellos y ellas he crecido en mi vida como cristiana, como consagrada. Me han enseñado con sus vidas lo relativo de las cosas y lo importante de la solidaridad y de la confianza en la Providencia de Dios Padre. De ellos y ellas he aprendido a valorar, cuidar, amar la Madre Tierra.
También en mi vida consagrada he trabajado junto a las jóvenes que acogemos en nuestras residencias. Todas ellas con dolorosas historias de abuso, maltrato grave. Mi corazón de pastora sufrió, luchó y también se alegró con ellas. Puedo decir que fue un tiempo de alegrías y penas. Acompañándolas he sido testigo de su proceso de sanación, reconciliación con sus historias.
Me he alegrado con ellas cuando al cabo de los años, se han podido levantar como profesionales, líderes de Juntas de Vecinos, agentes de pastoral, etc. con gran compromiso social.
Agradezco a Dios por su llamada a ser en su Iglesia, entre las excluidas “una buena pastora”, con los mismos sentimientos de misericordia, compasión, ternura del Corazón de Jesús Buen Pastor.
Centro de Espiritualidad