Canonización de Santa María Eufrasia
“¡Dios mío, acepto... si, el cielo! Estas palabra las escuchó la hermana María de san Víctor en el lecho de muerte de santa María Eufrasia, aunque ella deseaba vivir para salvar a muchas personas y llevarlas al corazón de Dios, ocho días antes de su muerte abraza la voluntad de Dios de gozar del banquete que promete el Buen Pastor.
Como Iglesia y familia del Buen Pastor nos alegramos del reconocimiento de las virtudes de nuestra santa Madre, testimonio de una vida entregada a la salvación de las personas, antes de morir les dice a las hermanas: “No espero nada de mis méritos, sino únicamente en Dios y espero que El tendrá misericordia de mí a causa de nuestro cuarto voto”: Celo por la salvación de las personas.
En su lecho de muerte nos dice: “Hijas mías, ustedes continuaran.” Con alegría y confianza queremos continuar con la obra del Buen Pastor, que nuestra santa fundadora María Eufrasia, nos anime en nuestro celo que debe abrazar el mundo entero, reconociendo que somos llamadas a vivir en unión con Jesús Buen Pastor y continuar su misión redentora en la Iglesia. Porque Dios nos ha consagrado para este fin mediante el don de su amor, derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.
Hna. Carolina Madariaga
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1 Testimonio de hermana María de san Víctor, proceso de beatificación. ¡Sí, yo la he conocido!.