Artículo para la reflexión
Hace 220 años nació en la Isla de Noirmoutier, Francia, María Eufrasia Pelletier, una mujer con corazón de fuego, quien más tarde se convertiría en la fundadora de la Congregación del Buen Pastor
M. Eufrasia PELLETIER MOURIN fundadora de la congregación del Buen Pastor fue.
- Una mujer pequeñita de talla, 1'50 m.
- Vivió en el siglo XIX, es decir 200 años después de Juan Eudes.
- Comenzaba la gran industrialización
- Período de éxodo rural masivo en el que muchos dejan el campo para irse a la ciudad
- Tiempo de fuerte emigración, sobre todo hacia los EEUU.
- Es una mujer, por lo tanto considerada legalmente como una menor según el Derecho francés de aquella época; ella no votó nunca, no obstante tuvo una gran influencia social.
- La conocemos a través de sus cartas, único documento escrito de su puño y letra, de las que se conservan alrededor de 1.800, en los archivos de la Casa Madre, Angers. También a través del Proceso de canonización, los Anales, y las cartas de Comunidad.
La descubrimos como una mujer activa, espontánea, de gran sensibilidad, con gran capacidad de liderazgo, de gran libertad interior que se esfuerza en corresponder día a día al proyecto salvador de Dios y que ella lee, descubre, a través de los acontecimientos, de las personas con las que se relaciona y en su profunda vida orante, de intimidad con su Dios, el Buen Pastor.
M. Eufrasia, como todo creyente, conoció en su vida, momentos de apogeo y también etapas y momentos cruciales.
- Veámosla adolescente, entre 1810- 1814
En 1810, Rosa Virginia tiene 14 años. Hacía 4 años que su padre había muerto, a la edad de 52 años. Su hermana Emilia había muerto hacia 5 años y su hermana mayor, Josefina estaba casada. Sus hermanos fueron movilizados en la armada de Napoleón; Arsène, el mayor de ellos estuvo prisionero de los ingleses; los otros dos navegaron a lugares lejanos, nunca se supo más de ellos.
La señora Pelletier decide dejar Noirmoutier con sus dos hijos menores, Rosa Virginia y Paul, y regresa a su casa en el continente (Soullans).
Rosa Virginia fue entonces confiada a una amiga de la señora Pelletier que dirigía un renombrado pensionado en la ciudad de Tours... Tres días y tres noches de viaje... Para la adolescente Rosa Virginia era como ir al fin del mundo!
Rosa Virginia vivió una separación desgarradora del ambiente de su infancia, su querida isla de Noirmoutier, sus amigas, su familia. En el pensionado todo era diferente. Edificio amurallado, en contraste con los vastos horizontes de su isla; la disciplina era muy severa: Rosa Virginia vive un sentimiento de abandono; durante tres años no tiene contacto con ninguna persona de su familia, no volvió a ver más a su madre que murió en 1813.
“Yo no podía comprender por que me habían llevado tan lejos de mi familia... yo lloraba con frecuencia... verdaderamente me sentía muy desgraciada"- contaba ella 50 años mas tarde a las novicias.
Esta circunstancia dejó una honda huella en el corazón de la adolescente. Fue en ese momento crucial que se encuentra con su Dios: “Entonces me volví decididamente hacia Dios y me sentí amada con un amor personal, indescriptible..."
- Hacia los 16, 17 años, Rosa Virginia encuentra personalmente al Dios que ella oraba y amaba desde su infancia, desde siempre.
Destaquemos dos puntos importantes en este descubrimiento de María Eufrasia
- Yo me sentí amada...
- a título de persona única... “Tú tienes valor a mis ojos, y yo te amo".
M. Eufrasia descubrirá toda la amplitud de esa fuerte experiencia, en la espiritualidad del bautismo, siendo ya novicia en Nuestra Señora de la Caridad del Refugio.
Este hito de su vida marcará su vida apostólica: toda persona es hija amada de Dios por lo tanto, la persona es el centro de la creación. “UNA PERSONA VALE MÁS QUE UN MUNDO”.
"Es un hijo de Dios, amado como yo lo soy, llamado a la misma santidad..." dirá ella ante toda persona que sufre: ante el niño de 8 años condenado a años de prisión por un robo insignificante, o la niña condenada a reclusión por robar una sombrilla; pensando en la joven de Etiopía vendida en el mercado de esclavos; ante la mujer despreciada, humillada, maltratada... Ante esto, HARÁ TODO lo necesario para que estás personas se sientan profundamente amadas por Dios: comprará casas, abrirá puertas...
Damos un salto de 15 años. Nos situamos en 1831...
Rosa Virginia es ya la Madre María de santa Eufrasia. Llega a Angers como superiora de la Casa. Una Casa que tiene exactamente dos años de existencia, fundada en una antigua fábrica de tejidos, muy deteriorada, en un barrio mas bien miserable.
Desde su llegada a Angers los acontecimientos se precipitan:
- Acogida de 20 niñas huérfanas; creación de una comunidad de hermanas Magdalenas (Hoy hermanas contemplativas); entrada de una veintena de novicias... todo eso en ¡seis meses!
- Al año siguiente entran 16 novicias y al tercero, 24. Tanto es así que en 1833, después de tres años, la Comunidad consta de cinco profesas y más de cincuenta novicias. Es necesario construir dormitorios, una Capilla.
- Paralelamente llegan a Angers solicitud de fundaciones desde distintos obispados: centenas, millares de jóvenes en peligro esperan. He aquí de un lado, hermanas jóvenes ardientes, dispuestas a partir... de otro, obispos pidiendo el establecimiento del Buen Pastor para responder a la necesidad de jóvenes y mujeres en sus diócesis. ¿Qué hacer? No hay hermanas con experiencia, las novicias necesitan formación. Pide refuerzos al Monasterio de Nantes y se los niegan. Y es aquí que surge
La idea del Generalato.
Es decir un cambio en la estructura de gobierno de Orden de Nuestra Señora de la Caridad.
Los monasterios fundados por san Juan Eudes, independientes no pueden seguir así, es necesario unirse, compartir fuerzas, recursos. Lo aconsejable es crear una Casa Central, una superiora general de la cual dependan todas las fundaciones. La idea brotó de esas circunstancias... y del celo apostólico que anima a la superiora y a la nueva comunidad.
No obstante, M. Eufrasia se interroga, duda. Es sensible a las opiniones negativas que le llegan de sus hermanas de Tours, Caen y también de algunos eclesiásticos...
"Yo recuerdo que al comienzo de esta casa de Angers, yo tenía algunas inquietudes acerca de la voluntad de Dios. El P. Suchet con quien yo me confesaba me dijo: "Querida hija, la extensión de su Orden regocija inmensamente al padre Eudes. Desde el cielo él mira con felicidad todas estas fundaciones que se hacen, todas las personas que se salvan"
.
Cuál es la voluntad de Dios? Qué quiere Dios?
Abrirse al Corazón de Dios ¿no es buscar...rezar...informar a la Iglesia ?..
M. Eufrasia vio confirmada la llamada interior: en la carta del 23 de octubre de 1834 a la Madre M. de Sta. Sofía LAVOYE, superiora de Metz, se lee:
“Yo tengo en usted toda la confianza para el Generalato. Oh! seguramente, hija mía, si el Santo Padre el Papa lo condenara, yo no me empeñaré ni un minuto más. Amo tanto a nuestra Madre la Santa Iglesia que no tendría otro sentimiento. Oh Dios mío, tendría horror! Pero si, a pesar de las calumniosas memorias, que el Rvdo. Moreau ha sabido inventar para pedir al Arzobispo de Tours que las envíe a Roma, y nuestro Santo Padre el Papa deja continuar esta gran Obra que le había encomendado hace ya 14 meses nuestro Venerable Prelado, Ah! entonces, mi querida hija, es cuando tendremos que pasar por encima de todos los obstáculos y contradicciones. Personas muy importantes están llenas de esperanza y de preocupación por nosotras que no cesamos de pedir sin desfallecer ni un momento...
Después de la aprobación de la Santa Sede, ¡ya puede poner en juego todo su dinamismo!
"Desde que Roma ha hablado, yo estoy transportada de celo en Dios y por Dios" (a M. de S. Estanislao Bedouet, el 21 de marzo de 1835)
Se trata de acción, "de hacer cosas" por Dios, de organizar...
Cuando el nombramiento de las primeras Hermanas para Montreal está listo, ella escribe a Monseñor BOURGET, el 28 de septiembre de 1843:
“Monseñor, queriendo satisfacer vuestro deseo que es también el nuestro, hemos elegido las hermanas, tenemos motivos para creer que esta elección ha sido según el Corazón de Dios".
III. Dejemos pasar 20 años
- En 1851 la Congregación cuenta una cincuentena de casas repartidas en Europa, Estados Unidos, Canadá.
- Imposible para la Superiora General visitar casas como la Regla lo prescribe.
- Los amigos y colaboradores de los comienzos: conde de Neuville, condesa de Andigné, señora Cesbron de la Roche, señora de Couespel... han muerto.
- Por razones político-religiosas, las casas de Inglaterra se hicieron independientes de Angers. Serios problemas se presentaron también en Alemania.
- Ante esta situación Roma su querida Roma, pide que la Congregación se constituya en Provincias, con delegación de ciertos poderes a las Provinciales.
¿No es demasiado arriesgado para la Unidad de la Congregación, la independencia de las Provinciales? ¿Qué será entonces del Generalato? ¿Dividido, disgregado? ¿Se habrá equivocado?
¡Qué despojo! Las cartas de esa época también dejan entrever un gran desasosiego y mucho sufrimiento:
“Es Dios mismo quien inspira a las provinciales; mil circunstancias me prueban que sin esta ayuda el Instituto no hubiera podido marchar... Lo habíamos pedido al Papa, al Cardenal Protector; yo lo deseaba tanto como había deseado la aprobación del Generalato. Si yo hubiera podido actuar con libertad, haría ya seis meses que todo hubiera terminado... Yo he escrito por obediencia, por convicción, pues veía que era necesario[1].
El mismo día escribe a M. de Sta. Emérita ROYER:
“El Buen Dios será glorificado, amado, servido, ese es nuestro único deseo y nuestra sola ambición." (8.3.56)
Siempre obediente al querer de Dios manifestado en esta ocasión a través de la Iglesia, ella acepta la organización en provincias. Sus cartas testifican la paz y libertad interior que ella experimenta:
“Yo me abandono en Dios en la situación en la que he sido puesta" (17.6.1656)
IV. Servicio del hombre / mujer.
He intentado compartir con ustedes algunos pinceladas de la vida de madre Eufrasia en sus distintas etapas, el espíritu que la animaba como fundadora y superiora General. Toda esa lucha por ella sostenida no tiene otro sentido que en relación al servicio de las personas.
Veámosla en sus relaciones personales, abierta a los otros.
He aquí algunas vivencias:
- Evoquemos un encuentro personal con la señora de Noireault…
Esto tuvo lugar en un tren en el que M. Eufrasia viajaba en el mismo coche que una mujer joven, llorosa. Entran en conversación y llegan las confidencias: Una relación con un hombre casado y una ruptura…Frente a la situación madre Eufrasia, dice a la joven: “… si la cosa no se soluciona, la casa 3, rue Brault, está abierta” Algunos días después, al atardecer la señora del tren se presenta y es recibida. Al día siguiente, M. Eufrasia de acuerdo con la señorita Saint-Germain (dicha señora Noireault), escribe al Sr. Noireault:
“…Esta pobre señora está traspasada de dolor y usted lo estará también, no lo dudo. Ella me ha confiado enteramente su situación. Comprendo que es cruel para ambos… La he recibido encantada y con mucho amor, os lo aseguro, tengo mucho interés por aliviarla en su desgracia… Por mí, señor, no tenga ningún apuro, esta clase de desgracias no me son desconocidas, usted no será el primero al que yo haya podido aliviar en su dolor… alivie usted el de ella en cuanto le sea posible; usted conoce mejor que nadie la causa de su desgracia, dejo este asunto a su rectitud de conciencia y buen corazón. ..Esta clase de desgracias no son extrañas para mí señor, desde hace treinta años he secado muchas lágrimas de este género..”
En medio de todas sus ocupaciones M. Eufrasia encontró tiempo para entrevistarse con esta persona. Una relación de este tipo hubiera sido tachada de escándalo e incorrección, desorden, pecado…M. Eufrasia ve sufrimiento, dolor, desgracia, desdicha, …y consuela.
- Evoquemos otro hecho. La Condesa de la Granville.
Esta joven de la nobleza había frecuentado la escuela de una gran pedagoga, Magdalena Sofía Barat. Casada a los 19 años con un hombre mucho mayor que ella, la pareja no podía tener hijos. La Sra. De la Granville escribió a su antigua profesora su desilusión y su pena. La Madre Sofía Barat la animó, le habló de la grandeza de una “maternidad espiritual” y le aconsejó que se interesara por la Obra del Buen Pastor. A raíz de este acontecimiento se establece un intercambio de correspondencia entre dicha señora y la madre Eufrasia, correspondencia que parece haberse perdido. Esta señora comenzó a participar en todas las buenas obras del Buen Pastor de Lille, donó una de sus propiedades para fundar la casa de Loos y trabajó con las muchachas que allí se recibían. Regularmente ella las invitaba a comer en su propio palacio.
- Recordemos también su apertura a los acontecimientos y a toda persona que llama a la puerta de la comunidad.
“En el refectorio de la Casa Madre, pude ver como la primera porción, el primer plato que se apartaba era para darlo al primer pobre que llamara a la puerta; preguntando a las religiosas supe que eso se hacía cada día ya cada comida.” (Así declaró en el Proceso de beatificación, M. Carolina LESCAZES, religiosa de la Presentación de Tours que dirigió el albergue de mendigos de Angers a partir de 1862)
Pobres ya había 400 ó 500 en la casa,(eso ya era más que suficiente para sentirse satisfechas respecto a las obras de caridad, no obstante cada día se hacía un gesto concreto, comunitario de compartir con “el otro, con el desconocido” que se presentara.
He aquí vivencias concretas de una vida animada por la espiritualidad del Corazón: Abrirse, dejarse penetrar por…, dejarse conmover, dejarse alcanzar.
Esta apertura del corazón alcanza todas las necesidades, desde aquí podemos comprender el amor de madre Eufrasia, su ternura, su preocupación, delicadezas hacia las niñas víctimas de esclavitud y que eran vendidas en Egipto.
“Al ir a Roma, amadas hijas, subiendo por una colina, nos vimos obligadas a bajar de¡ coche para aligerar su peso. Seguimos a pie nuestro camino y encontramos un pastorcito que guardaba su rebaño, compuesto de ovejas blancas y negras. ¡Pastorcito, qué feliz eres, exclamé, tienes ovejas blancas y negras, yo también tengo ovejas blancas, pero me faltan las negras! Estas ovejas negras por las cuales suspiraba desde hace muchos años, son esas pobres negritas que manos bárbaras han robado a sus padres, o que éstos han vendido por algunas monedas de plata. Crueles mercaderes las conducen hasta el Cairo, Alejandría u otras partes y las exponen en el mercado para venderlas a quien las pague mejor.
Sucede con frecuencia que durante el viaje se sienten enfermas o están demasiado débiles para poder seguir a las demás. Entonces las abandonan en un bosque o barranco donde mueren de hambre o son presa de animales salvajes. ¡Cuántas veces, en mi isla natal (Noirmoutier), oíamos hablar del odioso tráfico de la trata de negros! ¡Cuántas veces se ha repetido el relato de los dramas desgarradores que ocurren en las negrerías, donde los pobres negros se hallan amontonados recibiendo un alimento apenas suficiente para no morir de hambre! La más ligera falta era castigada con crueles golpes. ¡Estas explicaciones me partían el corazón! ¡Qué alegría poder romper la doble cadena de esas infortunadas criaturas! Espero que pronto tendremos la dicha de salvar a algunas de ellas”[2].
Y… no solamente hace traer algunas a Francia, sino que también funda en el Cairo, en Trípoli, Turquía, centros en esa época de comercio de esclavas.
En ella habita un aspecto más activo: me abro o me cierro a tal o tal llamada…Para madre Eufrasia, esto se traduce en un movimiento, un camino a recorrer. Esto significa creatividad para responder de una manera adaptada, efectiva, audaz… y esto de una manera continuada, durable.
Revelar a Dios depende menos de nuestros éxitos que de nuestra fidelidad.
REFLEXIÓN GRUPAL
- ¿Qué aspecto de la vida de madre Eufrasia nos impactó más? Fundamentar la opinión
- ¿Qué puede compartir cada una, cada uno sobre su apertura al otro, su preocupación y solidaridad con el sufriente?
- ¿Cómo sociedad que es lo que dificulta, no nos ayuda a vivir los valores evangélicos, como la misericordia, la ternura, la solidaridad, la justicia, la empatía, la acogida, la inclusión?
- ¿Qué aprendimos de madre Eufrasia?
INTERCESIÓN.
SANTA María Eufrasia, intercede ante Cristo Buen Pastor, para que nos ayude a instaurar en nuestras comunidades y familias, la cultura de la misericordia y la ternura. A ejemplo de Él, seamos capaces de optar por un estilo de vida misericordioso que irradie el amor de Dios sobre las personas y el mundo. Amén.
Centro de Espiritualidad y Justicia
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[1]Carta a Ma. de S. Ireneo Bellanger, fundadora de la casa de Imola, el 27 de junio de 1855
[2]Sta. Ma. Eufrasia Pelletier, Instrucciones y Conferencias, Capítulo 16 (Edición 1991)