Salmo de la ternura de Dios

EL SALMO 23

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El autor era un pastor desconocido antes de volverse Rey de Israel. Él amaba a Dios con pasión y comprendía la ternura del buen pastor. Peleó contra animales salvajes y elementos naturales para proteger a las ovejas que tenía bajo su cuidado. Se cree que David escribió esta hermosa reflexión.

Hay muchas bellas metáforas en la Biblia (Viejo y Nuevo Testamento) que hablan de Dios como un Pastor. Podemos encontrar una tierna imagen de Dios en un libro del Viejo Testamento llamado Ezequiel 34:11-31. En él podrás encontrar algunos versículos en los que puede pensar a detalle. Si deseas tener una experiencia espiritual significativa, léelos una y otra vez.

Dios, el Buscador
"Así dice el Señor: Yo mismo cuidaré de mis ovejas y las vigilaré... las sacaré de todos los lugares donde se habían dispersado... Las sacaré de los países donde estén, y de todas las naciones extranjeras...

Yo mismo cuidaré mis ovejas y las haré descansar, el Señor.

Buscaré la oveja perdida, traeré a la descarriada, vendaré a la herida fortaleceré a la enferma y eliminaré a la que se hizo gorda y robusta. Las apacentaré a todas con justicia.

“El pasaje concluye así:

"Ustedes, mis ovejas, son mi rebaño y yo soy su Dios. Palabra del Señor"
Somos las ovejas del rebaño de Dios (Salmo 97:13).

Dios es nuestro pastor (Salmo 80:1; 95:7).
Somos ovejas que tendemos a seguir nuestro propio camino (Salmo 119:176; Isaías 53:6).
Dios se regocija cuando toma en brazos a sus corderos (Isaías 40:11; 2 Samuel 12:3; Lucas 15:3-6). Nosotros somos esas ovejas, amadas con amor entrañable por nuestro Padre Dios.

La Biblia también habla de los pastores malos (Jeremías 23:1ff; Ezequiel 34: 1,2 y Zacarías 11:17). Cuando el pastor desampara a las ovejas, éstas se vuelven vulnerables antes las bestias salvajes (Números 27:17; 1 Samuel 17:34-36; 1 Reyes 22:17; Isaías 11:6 y Zacarías 10:2; 13:7).

El Mesías será el único Pastor (Ezequiel 34:23, cf. Jeremías 23:5). Jesucristo es el Mesías de Dios. Jesús es el "Buen Pastor".

Existe un pasaje paralelo al Salmo 23 en el Nuevo Testamento, el cual se encuentra en el Evangelio de Juan (Jn 10:1-18). Jesús es el pastor que conoce a cada una de sus ovejas, que busca a las ovejas perdidas y que carga a las ovejas sobre sus hombros para llevarlas a un lugar seguro.

Dios es el pastor que nos bendice con nutrición espiritual. El Señor nos lleva hacia los pastos verdes donde podemos alimentarnos. Nunca tendremos carencias. Nuestro Alimento es la palabra de Dios.

Dios es el tierno Buscador que sana y renueva nuestras vidas. Él nos perdona y da la paz.
Este acogedor Pastor nos lleva por el camino correcto y conoce las rutas seguras que nos llevan a casa.

Dios nuestro Pastor nos protege en los valles oscuros y ante la sombra de la muerte. No debemos tener miedo. Dios está con nosotros y nos protege.
El bastón y la vara del pastor son suficientes en todas las situaciones. Nos reconforta saber que el Señor está presente y nos cuida. Nunca estaremos en una situación donde Dios no esté atento de nosotros. Dios nunca nos deja ni nos abandona (Hebreos 13:5).

Dios es nuestro Proveedor.
El nos conduce al abundante salón de banquetes. En la presencia de nuestros enemigos, Dios se regocija al brindarnos su abundante hospitalidad espiritual y acogida. Aún frente a peligros latentes, el Pastor Anfitrión nos pone la mesa.
La unción con aceite es refrescante, reconfortante y armonizante con la amable hospitalidad de los anfitriones de antaño.

El buen y fiel amor del Pastor (palabra Hebrea hesed) nos acompaña durante toda nuestra vida. La bendición de Dios permanece con nosotros/as, podemos vivir en absoluta confianza. Al sentirnos cada una, cada uno oveja del Buen Pastor nos da un sentido de seguridad que ninguna otra cosa sobre la tierra nos puede dar. Cuán duro sea el camino, el Buen Pastor nos guía, nos consuela y nos protege.

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