Hermanas María Faúndez y Carolina Madariaga participan en seminario organizado por la CLAR.

Quito/Ecuador.

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La ciudad de Quito en Ecuador, fue la encargada de recibir a los asistentes del Seminario para formadores organizado por la Confederación Latinoamericana de Religiosos desde el 14 al 16 de julio.

Con el lema “Salgamos aprisa al encuentro de la vida”, se dio inicio a este encuentro, donde este participaron 114 religiosos de América Latina y el Caribe, entre ellos cuatro hermanas del Buen Pastor: la hna. Gilma Muñoz de la Provincia de Centro América, hna. Narcisa Vivanco de la Provincia de Ecuador, Hnas. María Faúndez y Carolina Madariaga de la Provincia Bolivia/Chile.

A continuación Hnas. María Faúndez y Carolina Madariaga nos comparten su testimonio de participación:

Una de las características de la vida consagrada es sentirnos parte de una gran familia, y ese fue el sentimiento que se podía percibir durante el encuentro. El lema de la CLAR que es iluminado por el icono de la visitación fue: “Salgamos aprisa al encuentro de la vida”.

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El seminario contó de algunas presentaciones, de trabajo en grupos, mucha escucha y reflexión, fueron tres días intensos que me movieron a cuestionar como acompañamos a los jóvenes tanto en su discernimiento como en todos los procesos formativos; el cómo nos acompañamos a lo largo de toda nuestra vida.

Quiero compartir con ustedes uno de los temas que nos entregó la hermana Grafira Jiménez, no escribiré toda la ponencia sino más bien aquello que me pareció significativo y desafiante para mí y nuestra provincia.

En el texto de la visitación María va de prisa al encuentro de Isabel, la comunicación por medio de la palabra de ambas es vital, ya que el encuentro es la voluntad de colocarse en frente del otro/a, significa salir para comunicarse para hacerse accesible. El comunicarse es compartir, se trata de provocar y que el compartir favorezca el dialogo de frente. Junto con ello que las palabras, lo compartido sea comunicación de vida, que tenga un contenido significativo; y ambas mujeres una joven y otra anciana, sintonizan se encuentran sin frontera, en un horizonte concreto, en una circunstancia, en la historia.

Hablando sobre la visitación Grafiria nos cuestiona desde la Palabra de Dios y nos dice: El encuentro frente al otro implica salir para conocer al otro mejor y hacernos conocer, es por ello que ambas partes deseen el encuentro, es decir, el encuentro es bilateral. Pero para que haya un real encuentro, si nos queremos hacer conocer mutuamente debe ser un encuentro que sea mucha más que coincidencias o mociones.

Quedé muy tomada por el tema del encuentro, la visitación es el modelo de nuestra vida religiosa intergeneracional, donde los distinto y distante se encuentran, dialogan, se escuchan, se conocen y el fruto que cada una lleva se alegra por lo que Dios ha hecho en ellas y en nosotras.

Agradezco a Dios y a la Provincia la oportunidad de participar en el seminario, hay muchas pistas que son necesarias integrar en la formación inicial como permanente.

Todos los chilenos que participamos tenemos la tarea de juntarnos a trabajar los temas y darlos a conocer a los formadores en CONFERRE, esperamos que vaya dando fruto esta reflexión y que nos mueva al compromiso de una vida religiosa en salida.

Con cariño y gratitud

Carolina Madariaga Marmolejo

Compartirles con alegría mi experiencia

 

Como dice el lema de la CLAR “Salgamos a prisa al encuentro de la vida”. El seminario contó con las siguientes ponencias: Realidad actual y culturas juveniles (P. Remberto Ortega sdb), Procesos formativos con rasgos intergeneracionales y reconocimiento de lo afectivo (hna. Glafira Jiménez), Espiritualidad Trinitaria y procesos de formación con sus logros y vacíos (P. Sergio Montes sj) y conversatorio con formand@s. La vivencia fue de mucha reflexión, dialogo, escucha y compartir fraterno. La metodología fue el Ver, Discernir e Interactuar.

Los temas muy enriquecedores y desafiantes, un reto para nuestra vida consagrada hoy. La pista esta en tomar el texto de la visitación; reflexionar, orar, meditar, compartir y dejarnos transformar por el Espíritu del Señor: allí se da el encuentro de palabras y Espíritu que engendran y sostienen la vida, la comunicación, acogida, apertura, correr riesgo, respeto, escucha y caminar juntas. Confiarle al Señor que nuestros encuentros en la vida cotidiana sean capaces de generar vida. Y ponernos en salida siendo discípula del maestro mostrando la alegría de nuestra consagración, como decía hna. Glafira hoy lo “inter” facilita el encuentro (inter-cultural, inter-congregacional, inter-generacional).

La invitación es salir de nuestras fronteras ir donde la vida clama: vivir una vida verdadera de afectividad, sencilla, cercana, la importancia del encuentro; el abrazo de la acogida y cantar como María el magníficat.

 

Los jóvenes nos desafían a conocer y respetar su cultura, su historia, su familia y mostrar con alegría nuestra consagración. Me siento desafiada a seguir formándome y salir de mis fronteras, como nos invitaron los jóvenes a dejarnos manchar y acoger las riquezas que llegan a nuestras comunidades, aprender a vivir con la diversidad cultural.

Infinitas gracias al Señor y a la Provincia por darme la oportunidad de formación.

Con cariño y gratitud les abraza,

María Faúndez Gutiérrez

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