La Serena/Chile.
La esperanza de una oportunidad laboral, se hace cada vez más urgente para nuestros hermanos inmigrantes. ¡Nuestra fundación, una luz para ellos!
Desde la Fundación Madre Josefa de La Serena, queremos compartir con ustedes como la vida se va escribiendo desde sus mismos actores, en el trabajo con los migrantes haitianos, donde se desarrollan talleres de lenguaje español en Las Compañías y Tierras Blancas con metodologías de educación popular para poder dejarles habilitados a fin de que puedan ingresar al mundo laboral en la Región de Coquimbo.
De esta manera, solicitamos a Richard Olist, un joven haitiano de 24 años, que participa en nuestros talleres a darnos su impresión, donde pudiera relatarnos en primera persona sus sentimientos y emociones desde su llegada a Chile.
A continuación les dejamos su testimonio:
“Hola, ¿cómo están? Espero que estén todos bien por el poder del Señor todopoderoso, por lo que a mi lado también lo está.
Hoy estoy feliz que todos sepan cómo me siento viviendo en Chile. Desde que llegué, comencé a vivir con dolor, pruebas, penas y todo tipo de cosas. Nunca he estado estresado, avergonzado por nada, porque alguna vez supe que el comienzo no es fácil. Al estar en Chile estoy prestando mucha atención a mi vida y viendo que tengo tanta fortaleza para manejar todas estas cosas que son dignas para mí. Estando en Chile comencé a conocerlo haciendo intercambios con otros, pero el primer lugar en el que estuve cuando vine a Chile fue Santiago. Después de pasar algunos días allí me mudé a otro lugar, La Serena. Hago incapié que estar viviendo en Chile me hace sentirme seguro, pues es un buen país donde la gente que vive aquí es muy respetuosa, generosa, amable, honesta. La Serena es el lugar donde comencé concer nueva gente, a trabajar, a tener nuevos amigos, etc.
Pero en cuanto a mí, el estar en Chile no es algo que sea para tomarlo a la ligera. Tienes que ser lo suficientemente fuerte como para jugársela, yo estoy tratando en Chile, tal vez tenga un trabajo por un mes o veinticinco días, después de pasar estos días en el, además, no tengo nada nuevo que hacer, pero las cosas iban siempre así, pero nunca había perdido la fe en Dios porque sabía que él veía mi miseria, nunca me dejaría descarriar y ser un loco. Siempre he orado a Dios por tener un cambio de vida y un nuevo trabajo. Un día me contacté con una mujer que se llamaba Elbita, de la Fundacion Madre Josefa, hablamos amablemente por teléfono, incluso me invitó a venir a la clase de español, donde podré hablar mucho leer, hablar y escrbir. En ese momento cuando ella me había explicado, estaba de acuerdo con ella, también me habló de un trabajo, Y entonces fue en ese punto que sé cómo Dios siempre es fiel. Todo lo que estás tratando de hacer es fallido y sin sentido no te desanimes, no digas que Dios se olvidó de ti, simplemente te dejó entrar en situaciones, solo para ver dónde está tu fe, así que él me había escuchado.
Mi corazón y mi alma se alegran de poner en mi camino dos personas (Elbita, Hna. Myriam de la Fundación Madre Josefa) en mi camino, para sacarme de la cueva en la que he estado. La vida tiene tantas entradas, no te odies a ti mismo cuando veas que los demás son correctos y no lo eres, tal vez mañana sean utilizados por Dios para sacarte de tus asuntos. En cuanto a mí, la vida no es fácil, hice un trabajo que podría no haber hecho, soy lo que no debería ser, vivo donde no debo vivir. Si sufres tendrás tantas cosas que estarás en tu camino que podrían no estar, pero tienes que aceptarlo tal vez por una buena razón y lo consideras como una lección, una que vino de Dios.
Después de leer esa lección y tener una buena comprensión al respecto, las cosas se abrirán de par en par para usted. Por lo tanto, cuando no tenía a nadie para estar allí para mí, mantuve la calma y me arrodillé al levantar mis problemas y demás... agotó mi oración...
Así que desearía poder decir más cosas, pero tendré que escribir un libro para que describir todos mis sentimientos, consejos y visiones.
Por lo tanto, fue un placer para mí llevar mi bolígrafo y mi cuaderno para que supieras lo que sentía dentro de mí y algunas situaciones.
Pero, fijando mis ojos, manteniendo mis pies en Su Camino, mi vida será purificada ungida con su aceite sagrado.”
¡Muchas gracias!
Richard Olist
Elba Cornejo
Fundación Madre Josefa
La Serena