Sucre /Bolivia
La Señora María Rosalía es de una familia de 5 integrantes. Ellos son padres muy jóvenes.
María y su familia tuvieron oportunidad de ser beneficiarios con el Cátalo de Regalos de Chalice. Este apoyo les permitió acceder a comprar telas para confeccionar ropa deportiva para niños.
María nos relata que “Durante este tiempo estoy ayudando a mi esposo en la refacción de pantalones en su trabajo y también vendo hamburguesas. Con todo eso no logramos cubrir todos los gastos de la familia. Tengo las máquinas pero no tenía para las telas, con el apoyo económico ahora pude comprarlas y sí podremos confeccionar pantalones deportivos para niños. Esto es un gran apoyo, estoy feliz porque puedo incrementar mis ingresos y mi deseo es tener un capital para poder trabajar en mi casa y cuidar más a mis hijos. Gracias, a Chalice, a la Fundación Levántate Mujer por hacer realidad mi sueño, tengo el desafío de mantener este capital y seguir trabajando, muchas gracias… Oro para que Dios los bendiga por hacer realidad mi sueño…”
Hna. Sandra Mejía
“La alegría que les caracterizaba me llevó a aprender lo importante de haberles compartido mis conocimientos”
Sucre/Bolivia
Mi nombre es Elena y soy estudiante de la carrera de trabajo social y pedagogía en Alemania y estoy realizando prácticas pre-profesionales por cinco meses en Bolivia.
Durante los meses pasados realicé talleres a mamás, adolescentes, niños y niñas sobre el tema de los derechos humanos y tareas de oficina y trabajo de campo.
De los talleres, disfruté enormemente en el Barrio Bolivia y en Villa Margarita, los grupos son organizados y esto lo veo en su dinámica de trabajo.
En el trabajo con los niños y niñas y adolescentes me sentí escuchando cuando los veía muy atentos, motivados e inquietos para aprender. Ello me animó a preparar a los temas con más detalles.
Descubrí en ellos seguridad, participación y muchas inquietudes de aprender. La alegría que les caracterizaba me llevó a aprender lo importante de haberles compartido mis conocimientos, sobre todo los derechos humanos, los cuales hacen que como persona podamos vivir con respeto y dignidad. Estoy segura que aprendieron sobre sus derechos sobre todo los que son más importantes. Me impresionó su capacidad de debate y de plasmar punto de vista, ya que ellos tienen su propia opinión respecto a sus derechos.
Una de las dificultades del trabajo con adultos, en comparación con los de Alemania, fue por sus conocimientos básicos y por el idioma. Me complicó identificar sus intereses y adecuarlos al nivel de su realidad. Después de trabajar con ellas entendí como debíamos hacerlo y me sorprendí al escuchar sus opiniones respecto a los derechos humanos, siento que debemos seguir trabajando para lograr su empoderamiento. Para mi fue muy importante que el taller fue traducido en quechua, ya que facilita la comprensión de los temas.
Una de las experiencias que va a marcar mi vida y mi profesión fueron las visitas domiciliarias a las familias, puesto que conocerlas en su espacio y hablar personalmente con ellas es interesante y me sentí acogida. Siento que me abrieron su corazón.
Me siento feliz por tener estas experiencias gracias, a la Fundación y a las hermanas.
Hna. Sandra Mejía