Talca/Chile.
Este domingo 11 de marzo, hermana Sonia Salas Baltierra, de la congregación del Buen Pastor, celebró sus 25 años de vida religiosa en las instalaciones de la Fundación Madre Josefa, donde ha realizado un trabajo admirable con los migrantes que han llegado a la región.
Sus familiares, amigos, religiosas y religiosos y migrantes que participan en la fundación, en que ella es directora, se reunieron para festejar junto a la hermana estos 25 años de servicio al Señor y donde muchos de ellos dedicaron palabras muy hermosas, especialmente de agradecimientos a la hermana por dedicar su vida a brindar ayuda a aquellos que están lejos de sus hogares.
En la celebración el Obispo de Talca, monseñor Horacio Valenzuela Abarca, agradeció por la vida religiosa ya que afirmó es una idea de Dios. “Nuestro Padre Dios quiso que en el mundo las personas tuvieran la oportunidad de experimentar el amor que Dios les tiene, su cercanía, su ternura, el deseo incontenible de Dios de acercarse a las personas, darle una mano y levantarlas”.
Y también agradeció por el trabajo tan maravilloso que ha realizado la hermana Sonia en la fundación Madre Josefa, “ha tomado el ayudar a los migrantes como la razón de su vida y le ha dedicado muchas horas y muchos kilómetros. El Señor no solamente nos creó, si no que nos puso personas que nos acompañen, para que lo sintamos a Él muy cerca, su presencia amorosa y tierna”.
Luego de realizar la ceremonia de renovación de votos, la hermana Sonia entre lágrimas de felicidad y gratitud, dirigió unas palabras a los presentes, agradeciendo a su familia por asistir de distintas partes del país, a su madre, su tío, hermanas, entre otros; a monseñor Valenzuela, por ser ese pastor que siempre ha estado a su lado, a las hermanas del Buen Pastor por ser ese modelo de mujer consagrada y a su equipo de trabajo por estar cerca de ella en este camino que no ha sido fácil, pero sin duda ha sido muy gratificante.
“Gracias por todos estos gestos que han hecho, porque para mí como consagrada me hablan del amor de Dios, Él me trae a estas personas y me dice que está contento conmigo y eso me hace muy feliz”, aseguró la hermana.
Para finalizar la celebración, todos los presentes disfrutaron de un grato compartir en las instalaciones de la fundación y aprovecharon para tomarse fotos y felicitar a la hermana por tantos años de un hermoso servicio.
Obispado de Talca