La Serena/Chile
La Fundación Madre Josefa, a través de su Centro de la Mujer y Familia de La Serena, inició su programa en marzo del presente año, convocando a un equipo experto en violencia. El objetivo de este es promover la autonomía de las mujeres y el respeto de sus derechos y el de sus familias, mediante el fomento de una cultura de la no violencia y sororidad, donde el trabajo y atención hacia a los hombres se hace necesario para un verdadero cambio en las vivencias de género. Además, también abordar los subprogramas de masculinidades, niños/as y adultos mayores lo cual apoyan al cambio a una cultura de buen trato.
Este centro se guía bajo un enfoque de los derechos humanos, la igualdad de género y la espiritualidad de la misericordia y la interculturalidad.
Los lugares donde se expande el centro son las ciudades de: La Serena, Paihuano, Vicuña y Andacollo, donde hay un gran incremento de violencia contra las mujeres y los niños/niñas en los colegios.
Algunas actividades que realizamos como Centro:
Bajo la línea de la prevención está el Taller de Desarrollo Personal “Recrearte”, que se imparte todas las semanas los días miércoles, el cual tiene como propósito motivar el crecimiento personal y empoderamiento para alcanzar el desarrollo integral de las mujeres a través de dinámicas de arteterapia, tales como la pintura, la música, la poesía, la expresión corporal, entre otros. Este taller es impartido por la María Alejandra Daza junto al equipo multidisciplinario del Centro.
Asimismo, dichos talleres desarrollan dinámicas grupales para fomentar que las mujeres expresen sus experiencias y vivencias individuales en un entorno de confianza, respeto y escucha emocional, creando vínculos y redes de apoyo que favorecen la autonomía y autoestima de las participantes.
En este programa no puede faltar la dedicación a los niños/niñas, quienes son acompañados por psicopedagogas y profesora diferencial mientras sus madres participan en los talleres.
De este grupo de mujeres y otras que han sido derivadas de otras redes, son acompañadas con terapias psicológicas y complementarias, tales como flores de Bach, reiki, reflexología y yoga.
Por. Alejandra Vivanco