Ante los preocupantes hechos ocurridos al finalizar este mes de enero en la Región de Tarapacá, como Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor provincia Bolivia/Chile y Fundación Madre Josefa, miramos con preocupación el poco abordaje que han tenido las autoridades nacionales ante la crisis migratoria y de seguridad que la población ha anunciado públicamente, teniendo que recurrir nuevamente a manifestaciones, agresiones y vulneraciones a la población migrante asentada en dicha región.
Resulta necesario y urgente impulsar políticas públicas de carácter integral que vinculen y protejan a la población nacional y migrante, tanto en ingreso y movilidad como residente.
Es imperativo propender a la dignidad de la persona venga esta de donde venga, sobre todo si reconocemos el gran flujo migratorio irregular que se avalancha en la actualidad en nuestra frontera de Colchane proveniente de Venezuela. Los migrantes que ingresan son personas que huyen con la esperanza de un mejor pasar, buscando estabilidad y mejor calidad de vida, y que se encuentran en nuestro país, por tanto, es necesario abordar la situación con emergencia humanitaria, sin catalogar a ningún ciudadano del mundo como delincuente o persona non grata.
Como organismo representante de la sociedad civil y de la Iglesia, hacemos un llamado a reconocer y respetar los Derechos Humanos de cada uno y una de nosotros, dando seguridad a la sociedad nacional caminando en una política transversal migratoria y de seguridad; en la misma línea esperamos contribuir con nuestro trabajo a las autoridades con la finalidad de abordar en el sentido correcto esta crisis en el norte de nuestro país, entregando esperanza y un horizonte de dignidad.
Fundación Madre Josefa