Las Hnas. Carmen Dubó y Lourdes Rivera, han sido reconocidas por sus pares en gratitud por su servicio generoso, en el marco de la campaña “Mujeres de ayer y hoy tejiendo caminos hacia una vida digna”, impulsada por la Congregación del Buen Pastor Provincia Bolivia-Chile.
La iniciativa se realiza al conmemorarse un nuevo “Día Internacional de la Mujer” y dentro de los hitos de la campaña impulsada desde la oficina de Justicia y Paz, está el reconocer el trabajo y servicio de dos grandes mujeres de la Congregación. Es así, como luego de una votación, salieron electas la Hna. Carmen Dubó, de Chile y la Hna. Lourdes Catalán, de Bolivia.
Dentro de las razones de este reconocimiento se destaca que son mujeres que se han entregado en su servicio con amor y con gran sacrificio, brindando esperanza a muchas personas y entre sus iguales. Asimismo, se valora su capacidad de diálogo y alegría para formar personas integras que sean un aporte a la sociedad.
Aquí compartimos parte de su historia de vida y servicio.
Hna. Carmen Dubó Cortés: En tu nombre, ¡Aquí va tu Hija Señor!
Al momento de elegirla, sus pares de la provincia señalaron: “Todas le tenemos gratitud y gran aprecio por el espíritu servicial, su alegría, eficiencia y creatividad. Ella fue la que creó el boletín “Encuentro” y tuvo su segunda versión con la unificación de Chile y Bolivia. Cuando en la Congregación se empezó a utilizar el computador, ella contaba que gozaba de sus clases y de lo que iba aprendiendo y haciendo. Siempre fue muy acogedora sin distinción, destacando por su austeridad. Se destaca por su sencillez y alegría en su consagración, coherente, fiel y muy carismática en su vida personal y espiritual”.
La Hna. Carmen, nació en La Serena, IV Región el 9 de noviembre de 1941, fue bautizada con el nombre de Yolanda del Carmen. Ingresó al noviciado en noviembre de 1964 en La Serena Provincia del Norte, en ese entonces en Chile había tres Provincias del Buen Pastor: Norte, Centro y Sur. La Congregación estaba en plena expansión, la iglesia universal vivía un acontecimiento importante: el Concilio Vaticano II.
El año 1974, a sus 32 años, ya titulada de profesora de Educación Básica, emite sus votos perpetuos, siendo enviada a la misión de Ovalle, como directora de Hogar y maestra de la escuela, hoy “Colegio Santa María Eufrasia”. Continuó desempeñándose en las mismas áreas social y educativa por largos años, en La Serena, Iquique, Copiapó, Antofagasta.
En el año 1981 se unieron las provincias Norte, Centro y Sur, constituyéndose en una sola provincia de Chile, con Sede Santiago. Es así que por el año 1984, pasó a ser directora del Centro Penitenciario de Santiago, hasta que fue nombrada secretaria provincial en 1991 y desde ese entonces hasta el año 2017 prestó generosamente ese servicio. Hoy su comunidad es María del Camino-Talca.
Hna. Lourdes Rivera: “Mi apostolado era visitar a las familias como una hermana amiga”
En Bolivia agradecen el legado que se mantiene firme y vivo: “Recordamos las muchas veces que la oímos recitar, como guía en las actividades parroquiales, amorosa en su forma de corregir y apasionada para compartir y despertar el don de la vocación. Muy carismática, alegre, buscando integrar a las familias en la fe cristiana como es de agrado para Dios y muy amada. Hasta estos días su legado continua a en muchas familias”.
La hermana Lourdes Rivera nació el 22 de febrero de 1924 en Padilla Chuquisaca - Bolivia. Acaba de cumplir 99 años de vida. Se caracteriza por ser una persona carismática, alegre, acogedora y dinámica; una mujer de mucha disciplina al mismo tiempo inquieta, acorde a la realidad de los tiempos. Siendo pragmática cultivó el arte como herramienta de evangelización, un puente para conectar a las familias con Dios. En el año 1940, teniendo 16 años, ingresó a la vida religiosa en el convento de la Congregación del Buen Pastor en la ciudad de La Paz. En 1943 hizo los primeros votos y en 1953 hizo los votos perpetuos y desde allí profesó con el nombre de hermana Magdalena de Jesús.
Su tarea misionera se desarrolló en diferentes departamentos de Bolivia como Cochabamba, Oruro, Beni, El Alto, La Paz y claro que no podía faltar de Chuquisaca, específicamente de Sucre. Lugares donde acompañó con alegría y dinamismo su apostolado con las familias a través de la catequesis, los grupos mariano, el arte como la pintura, el bordado y la poesía, y con todo lo que pudiera servir para llevar a las familias hacia el Buen Pastor. Con mucha sencillez compartía su experiencia de Dios y su formación religiosa con las mujeres, niñas, niños y familias más vulnerables buscando siempre la dignificación de las personas como hijas e hijos de Dios ganándose el aprecio de muchas familias donde la tienen muy presente.
Su celo por la salvación de las personas y su amor por el Buen Pastor la impulsó a una permanente búsqueda de herramientas para su misión llevándola a ser semillero de varias vocaciones en su país. Actualmente la Hermana Lourdes cumplió 99 años y reside en Sucre donde también estuvo a cargo de acompañar pastoralmente las obras del Buen Pastor.
Es así como a través del reconocimiento a dos mujeres y su testimonio de vida y fe, la Congregación saluda y agradece el enorme trabajo y servicio que cada día realizan todas aquellas laicas y consagradas que trabajan por un mundo más justo y solidario, llevando el mensaje del Buen Pastor a cada corazón que lo quiere recibir.