Puente Alto/Chile
El 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, Allison Carvajal Arias oriunda de Valparaíso ingresó al Noviciado de la Congregación para seguir a Jesús Buen Pastor.
La Eucaristía se realizó con todos los resguardos debidos indispensables por la pandemia imperante en el mundo. Esta, fue presidida por el religioso agustino P. Samuel Jara OSA y estuvo acompañada de Hna. Sandra Suárez Cordero, Animadora Provincial, la familia de Allison y hermanas de las comunidades de Contemplativas, Nazaret, San Felipe y de Formación.
La animación de esta instancia estuvo a cargo de Hna. Carolina Madariaga, miembro de la comunidad de Formación y quien además cumple el papel de encargada Provincial de Formación. La música no podía estar ausente en la celebración y fue propiciada por Paola Celedón y Nicolás Balcazar, quienes son cercanos a la comunidad y además participan en la parroquia Nuestra Señora de Montserrat.
Allison nos comparte y dice que agradece “a todas las hermanas y partners que, de una u otra forma, se hicieron presentes en esta celebración. Ha sido un tiempo muy lindo el que Dios me regala, con memoria agradecida recorro lo que ha sido hasta hoy mí y creo que con ese mismo amor con el que me va guiando cada día yo debo responderle”, finalizó.
“Yo quería devolverle amor por amor” (Beata María Dröste)
Como signo, se presentó en las ofrendas la imagen de Beata María Dröste, que actuará como protectora del Noviciado. Ella será quien con su testimonio de vida animará y acompañará a Allison y a las demás Novicias en Latinoamérica, Magaly en Ecuador y Gretel de Costa Rica. María Dröste con su vida nos muestra que esta decisión no es posible sin Dios con la frase
Damos gracias a Dios, hermanas y partners laicos/as, por la vocación de Allison que se dispone a vivir este tiempo de gracia en el Noviciado, donde ella continuará discerniendo y profundizando su llamado a la vida religiosa en el corazón de la misión de nuestra Congregación.
Por. Centro de Comunicación
Santiago/Chile
Desde el mes de agosto se realizaron diversos encuentros con los cuartos medios del Liceo Polivalente María Reina, con el fin de acompañarlos en su cierre de ciclo escolar.
Este año escolar ha traído múltiples desafíos para todos los equipos de los colegios de nuestra Provincia, la pandemia ha transformado las formas de relacionarnos con los estudiantes de cada establecimiento. El Liceo Polivalente María Reina, viendo la necesidad de acompañar a los estudiantes de cuarto año en el cierre de su proceso escolar, convocó a los equipos de pastoral, convivencia escolar y profesores jefes de esos cursos a pensar en conjunto espacios de acogida, contención y acompañamiento para los estudiantes.
Sin duda fue un proceso que tuvo sus altos y bajos, momentos en que los estudiantes desanimados por terminar el colegio desde la distancia a raíz de la pandemia demostraban desmotivación, sin embargo, cada encuentro dio sus frutos, haciendo vida la frase de Santa María Eufrasia “una persona vale más que un mundo”, cambiando a veces lo planificado para dar espacio a escuchar a los estudiantes desde los sentimientos, emociones, ideas que los habitaban. Cada encuentro fue muy significativo para los estudiantes, lograron conversar, debatir ciertos temas y poder expresar sus sentimientos de manera libre sin críticas y bajo la mirada del Buen Pastor. Se armaba un ambiente grato, lleno de risas y momentos de reflexiones.
La asistencia de los alumnos no era tan grande, se armaron grupos pequeños pero constantes; los cuales esperaban al siguiente encuentro. Posteriormente ellos transmitían a sus otros compañeros las experiencias vividas y los temas que conversábamos, lo hacían con cariño y expresaban lo bien que lo había pasado.
Este espacio se vivió desde la colaboración de todos los equipos que escuchando, discutiendo, orando en conjunto se dispusieron a acompañar a los estudiantes desde la reconocimiento de sus propias identidades, la valoración de los otros como personas importantes en la formación de cada uno, identificar la presencia de Dios en el día a día, etc.. Esta actividad terminó con una sorpresa para cada estudiante, donde los apoderados ingresaron al encuentro final, sorprendiéndolos con regalos que marcaban el fin de su etapa escolar, con recuerdos de su proceso de crecimiento, aparecieron sus juguetes favoritos de infancia, dientes de leche, fotografías del primer día de clases, sus dulces favoritos, cartas por parte de sus familias. Fue un espacio muy emotivo, lleno de gratitud por el logro de cada estudiante, por el proceso personal vivido.
Consuelo López, profesora jefe del cuarto medio A, comparte que “para finalizar esta experiencia en los encuentros el cierre fue con la participación de los padres, los cuales estaban muy contentos de participar y agradecidos por la instancia. Y también muy abiertos a recibir todo lo que les podíamos dar. Se realizó en un tono muy de paz y armonía y bajo el amparo del cobijo de nuestro Señor Jesús. Quedé con la sensación de una tarea cumplida y con un muy buen trabajo realizado para los chiquillos y chiquillas de cuarto medio del Liceo Polivalente María Reina.”, expresó.
Por. Centro de Espiritualidad