“Denles ustedes de comer” Juan 6, 9 Reflexión en el mes de la solidaridad

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En el mes de agosto la Iglesia chilena celebra el mes de la solidaridad, exactamente el 18 de agosto en la pascua de san Alberto Hurtado, una figura reconocida por la defensa de la justicia social y quien luchó incesantemente por la dignidad de los más pobres, haciendo frente a grandes obstáculos sociales, culturales y económicos, los cuales hoy en día siguen estando presente.

Durante años anteriores las actividades en este mes se acentuaban teniendo como principal énfasis la ayuda a los más pobres. Hoy el panorama es distinto, ya que las actividades masivas estan restringidas por la pandemia, pero de alguna manera tambien este contexto nos proporciona un espacio para poder reflexionar y pensar como hemos vivido y queremos vivir la solidaridad.

El valor de la solidaridad tiene para las cristianas/os una raíz ineludible: Jesús. Él, quien por excelencia es un ser social, involucrado completamente en la vida de las personas que lo rodean y que podemos recrear diversos pasajes bíblicos donde vemos esta imagen de manera muy clara. “La cumbre insuperable de la perspectiva indicada es la vida de Jesús de Nazaret, el Hombre nuevo, solidario con la humanidad hasta la «muerte de cruz» (Flp. 2,8): en Él es posible reconocer el signo viviente del amor inconmensurable y trascendente del Dios con nosotros, que se hace cargo de las enfermedades de su pueblo, camina con él, lo salva y lo constituye en la unidad”[1]

Hoy viene a mi mente todo lo que estamos viviendo como país, la situación de la pandemia que se suma a una crisis estructural y mucho más profunda, ya que estamos en un país marcado por problemas sociales y relacionales, una cara que por mucho tiempo no quisimos ver.

De alguna manera los últimos nueve meses los hemos vivido entre manifestaciones pacíficas, otras no tanto, que hablan respecto a un sentir; la desigualdad, la pobreza, la violencia y la injusticia que son problemáticas profundas que representan el sentir de la gran mayoría de las chilenas y chilenos. Nadie puede quedar ajeno a la realidad de miles de personas de la tercera edad que gastan el 80% de su pensión en medicamentos, la precaria situación de miles de familias en los campamentos, el alza excesiva del transporte público y hoy la violencia ejercida al pueblo Mapuche en la Araucanía.

Las personas han querido manifestarse y dar a conocer una realidad con las que día a día los más pobres y marginados tienen que lidiar, hoy son los gritos de ellos que se escuchan con fuerza.

Estas situaciones y otras más tienen como punto en común la lucha por la dignidad, el bien común, la solidaridad, la justicia, la equidad, el respeto, la valoración del otro/a, etc. Y mirando este panorama me pregunto ¿qué estoy llamada a hacer como cristiana/o en este contexto? El evangelio nos pide que nos involucremos, que seamos parte del acontecer, que caminemos junto a un pueblo que hoy vive los embates de la pandemia, pero sobre todo a la gran desigualdad y pobreza.

La primera carta de san Juan nos dice: “Si pretendes amar a Dios y no amas a tu hermano mientes”.[2] Pues, desde la caridad nos vemos impulsadas/os a involucrarnos, a desacomodarnos de nuestras estructuras para salir al encuentro de la otra/o, escuchando sus necesidades y demandas, esa historia que desconozco y que seguramente al recibirla me hará más empática/o.

¿Ser consientes e informarnos de estas situaciones no es también una forma de ejercer el valor de la solidaridad?, estas preguntas me surgen al mirar con inquietud todo lo que estamos viviendo, me siento llamada a buscar la forma de movilizarme en mi interior, revisar mis prácticas, escuchar aquello que Cristo me pide. La pregunta fundante de san Alberto Hurtado ¿Qué haría Cristo en mi lugar? es el punto clave, el horizonte que guía y da la clave esencial para hacer de nuestra sociedad una sociedad justa y digna para todas/os desde nuestro ser cristianas/os.

Imagen extraída de amormeus.org

 

Por. Allison Carvajal Arias

 

[1] Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia 196

[2] 1 Jn. 4, 20

Saludo especial en el día del niño

Compartimos el saludo de la representante de los colegios de la Congregación en Chile, Adriana Mundaca Bugueño.

 

6 saludo dia del niño sra adriana

Declaración Pública

Organizaciones de la RED CLAMOR - Capítulo Chile: "Llamamos a no utilizar términos o frases agraviantes y destempladas respecto a los extranjeros"
 
Ante las declaraciones realizadas por autoridades políticas, las organizaciones que conforman la Red Clamor - Chile, rechazan el tono negativo usado respecto a personas migrantes y llaman a cuidar las palabras, dado que la migración es un derecho y es responsabilidad de las autoridades hacer respetar las leyes laborales y los derechos fundamentales de las personas extranjeras que ingresan al país.
 
Respecto a lo sucedido, las Organizaciones que componen la Red Clamor - Chile llaman a no utilizar términos o frases agraviantes y destempladas, porque la migración SI trae beneficios económicos al país, además estos dichos atentan contra la dignidad de las personas aludidas, provocando odiosidad y una revictimización a esta población.
 
Hacemos un llamado a cuidar el lenguaje y apuntar a los temas de fondo: Una profunda reforma a la ley de migración que asegure los derechos fundamentales de las y los migrantes y que nos permita tener políticas públicas con los más altos estándares.
 
Santiago, 13 de agosto 2020.
 
Por la Red Clamor - Capítulo Chile
Corporación Dolores Sopeña
Departamento de Movilidad Humana Arzobispado de Santiago
Fundación Bienvenido Hermano
Fundación Madre Josefa
Fundación Scalabrinni
Servicio Jesuita a Migrantes
Vicaría de Pastoral Social Caritas Arzobispado de Santiago

Triduo a san Juan Eudes

sjuaneudd
Queridas hermanas y partners.
Compartimos material de reflexión que nos puede ayudar a prepararnos para celebrar a nuestro padre espiritual y fundador san Juan Eudes, regalo de Dios para nosotras y nosotros, pues su testimonio nos motiva y refresca, anima nuestra entrega radical a Jesús, nuestro Buen Pastor.
 
 
Hna. María Leticia Cortés
Centro de Espiritualidad